WASHINGTON.- El índice de precios al consumo en Estados Unidos cayó inesperadamente un 0,1% en agosto, a causa de la disminución de los precios de los productos energéticos. Esta es la primera caída desde abril de 1986. Con ello, la tasa en 12 meses descendió a un 3,4%.
En tanto, la inflación principal (excluidos alimentos y energía) subió un 0,2% en agosto, cifra igual a la de julio, con la cual la variación interanual escaló un 2,5%.
Aunque en lo que va de año, el precio de los productos energéticos ha subido a un ritmo anual del 14,3%, en agosto se registró un descenso del 2,9%, cosa que no había ocurrido desde febrero de 1991.
Los precios de la gasolina en agosto disminuyeron un 6%, aunque los del petróleo se han triplicado desde diciembre de 1998, lo que ha empezado a originar graves problemas en los principales países importadores de crudo.
El resultado de la inflación de agosto constituye un alivio momentáneo para la Reserva Federal de cara a mantener sin cambios los tipos de interés.
No obstante, la situación del índice de precios al consumidor podría cambiar en septiembre por el alza de los precios de los productos energéticos, al situarse el valor del crudo a su mayor nivel en una década.
En las estadísticas del Departamento de Trabajo de agosto no se ha recogido el alza de los precios de la gasolina de los últimos días del pasado mes.
Frente a la caída en los productos energéticos, los precios de los medicamentos subieron en agosto un 0,6%, las tarifas aéreas un 1,5%, y la ropa y los alimentos un 0,2%.
