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Chile suscribiría acuerdo político-comercial con la UE el 2002

"Creemos que fijarnos esta meta ambiciosa contribuirá a imprimirle dinamismo a la negociación, y sostenemos que es una meta realista dada la experiencia que ambos acumulamos y a la prioridad política que este proceso tiene tanto para Chile como para la UE", dijo la ministra de Relaciones Exteriores, María Soledad Alvear.

26 de Septiembre de 2000 | 12:31 | El Mercurio Online
SANTIAGO.- La ministra de Relaciones Exteriores, María Soledad Alvear, aseguró hoy que Chile siempre ha manifestado su intención de avanzar rápidamente en el proceso de negociación con la Unión Europea, y precisó que la mejor ocasión para suscribir este Acuerdo debiera ser la Segunda Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Unión Europea-América Latina, que se realizará en Madrid el 2002.

"Creemos que fijarnos esta meta ambiciosa contribuirá a imprimirle dinamismo a la negociación, y sostenemos que es una meta realista dada la experiencia que ambos acumulamos y a la prioridad política que este proceso tiene tanto para Chile como para la UE", dijo la canciller.

Precisó que el contenido de la negociación debe ser equilibrado a lo largo de todo el proceso, por lo que se han iniciado las negociaciones sin excluir ningún sector.

"Conocemos también las restricciones que imponen las Directivas de Negociación a la Comisión Europea en cuanto al inicio del tratamiento de materias arancelarias y servicios. Al respecto, hemos iniciado negociaciones en algunos temas antes que en otros. No obstante, el compromiso único se entiende en función de una negociación comercial cuyos resultados sólo serán operativos cuando se alcance consenso en todas", aseveró.

Alvear dijo que en la negociación deberá tenerse en cuenta la condición de Chile como país en desarrollo, lo cual puede hacer necesaria, temporalmente, la adopción de medidas asimétricas en su beneficio o adopción de compromiso a ritmos más pausados que la Comunidad. "Lo mismo, respecto del desmantelamiento de Medidas No Arancelarias o compromisos de cambios normativos que genere el Acuerdo", añadió.

En general, Chile postula que las disciplinas comerciales sean consistentes o, en ciertos casos, incluso más exigentes que las normas contempladas en la OMC. "Las medidas y normas que permiten suspender temporalmente la aplicación de los compromisos asumidos, por razones legítimas y claramente precisadas de daño a la producción interna, deberían como mínimo tener como referencia las normas de la OMC", sostuvo.

Igualmente, algunas de dichas normas precautorias deberían eliminarse al alcanzarse la desgravación total del comercio. En particular, precisó que ésta debería ser entre otras,
el caso de las cláusulas antidumping.

Según la ministra, el Acuerdo está siendo abordado con el espíritu de ir eliminando paulatinamente todas las restricciones que importan una distorsión en la asignación de recursos para producir y comerciar en condiciones de competencia. En ese sentido, dijo que se ha previsto adoptar un compromiso de congelamiento de medidas discriminatorias o de restricción al acceso a los mercados; y, asimismo, la voluntad de no otorgar acceso preferencial a los respectivos mercados a aquellas producciones de bienes o servicios exportados en condiciones no competitivas.

Para Alvear, la negociación debe constituir un compromiso único y adoptado en una sola instancia y precisó que así se ha convenido, porque en ello radica la fuerza y la lógica del proceso.

"Hemos iniciado negociaciones en algunos temas antes que en otros, pero nada está cerrado hasta que todo lo esté. Esto garantiza un adecuado tratamiento del conjunto de temas en negociación y permitirá una coherencia de conjunto del mismo", resaltó.

Avance de las negociaciones

En el ámbito político, Chile y la UE ya definieron los temas que formarán parte del diálogo profundizado, destacando entre ellos la democracia; el respeto por los derechos humanos como un asunto permanente y esencial; los temas estratégicos ligados a la paz y a la seguridad; y los coyunturales, como el control del narcotráfico, entre otros. "Esto permite concluir que hay una visión compartida entre la UE y Chile sobre la política mundial", dijo Alvear.

Respecto de la Cooperación, destacó el salto cualitativo que significa avanzar en la cooperación tradicional hacia programas exclusivamente dedicados a los países asociados.

En el plano económico-comercial, se acordó con la UE dar los pasos necesarios para avanzar rápidamente en la negociación de una zona de libre comercio sin exclusiones sectoriales, que tenga en cuenta las sensibilidades de determinados productos, y que sea compatible con las normas de la OMC. "Este proceso de negociación ya ha comenzado, registrándose avances importantes para Chile", insistió.

A la fecha se han realizado dos rondas de negociación con la UE. La primera tuvo lugar en abril pasado en Santiago y la segunda se realizó en junio en Bruselas. En ambos encuentros, dijo la canciller, Chile demostró su voluntad política y capacidad técnica para enfrentar esta negociación con un ritmo acorde al interés que dicho mercado representa para el país. En ellas se constituyeron grupos de trabajo y se acordaron la metodología y los calendarios de trabajo.

De este modo, dijo, se podría producir un primer intercambio de textos de negociación en materias no arancelerias en noviembre, con ocasión de la Tercera Ronda de Negociaciones que se realizará en Santiago, Chile.
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