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Tipo de cambio mantendrá actuales niveles en el mediano plazo

Así lo sostuvo hoy el vicepresidente del Banco Central, Jorge Marshall, quien agregó que este hecho señala que la actual recuperación está acompañada de una reasignación de recursos desde actividades en sectores no transables hacia sectores de bienes transables.

19 de Octubre de 2000 | 13:34 | El Mercurio Online
SANTIAGO.- El tipo de cambio real mantendrá en el mediano plazo niveles similares a los mostrados en los últimos meses, hecho que señala que la actual recuperación está acompañada de una reasignación de recursos desde actividades en sectores no transables hacia sectores de bienes transables, sostuvo hoy el vicepresidente del Banco Central, Jorge Marshall.

En su exposición durante la mesa redonda 'El Proyecto País que Chile Debe Emprender', organizada por el diario Estrategia, Marshall señaló que la reasignación de recursos hacia sectores de bienes transables, puede explicar que los niveles de actividad que mostraron algunos sectores no transables antes de la crisis asiática sólo serán alcanzados luego de un lapso más prolongado.

"Este conjunto de antecedentes nos permite afirmar que la economía está en un nuevo escenario de crecimiento, más que en una fase de recuperación", explicó.

Aclaró que por una parte los menores flujos netos de capitales y el crecimiento más moderado de la demanda interna son dos caras del mismo fenómeno, que se refiere al ajuste en el ritmo de expansión del gasto y al cierre de la brecha entre demanda interna e ingreso, coherentes con el nuevo escenario. Por otro lado, indicó, el impulso monetario y las señales de tipo de cambio real producen un ambiente que favorece a las exportaciones y a los sectores de bienes transables.

Marshall añadió que para mantener un crecimiento elevado, teniendo en cuenta este cambio en el escenario interno y externo, la economía requiere, aparte de la estabilidad macroeconómica, de flexibilidad en los precios y en la asignación de recursos.

Advirtió que en relación con la década pasada, en las actuales condiciones se deben esperar ajustes más duraderos en precios relativos, como márgenes, salarios y tipo de cambio; así como en la tasa de interés.

"El actual régimen de flexibilidad cambiaria y de metas de inflación adapta mejor a la economía a esta necesidad de flexibilidad en los precios. A su vez, las señales de precios deben orientar los cambios en la asignación de recursos. Aquí también se requiere de flexibilidad para facilitar los necesarios ajustes sectoriales, coherentes con las condiciones internas y externas de la economía. Especial importancia tienen en este sentido la flexibilidad en el mercado laboral y la estabilidad del sistema financiero", dijo el economista.

Factores de riesgo: precios del petróleo y menor demanda interna

Al referirse a las proyecciones del escenario central -un crecimiento en torno a 5,8% para el período 2000-2002 y una inflación que converge hacia el centro del rango entre 2% y 4%-, Marshall reconoció que están sujetas a diversos factores de incertidumbre, lo que hace necesario mantener la "flexibilidad de la política monetaria" para garantizar la estabilidad de la inflación en el futuro.

Explicó que la información más reciente permite destacar dos situaciones que pueden modificar las perspectivas de crecimiento e inflación: en el ámbito externo, la principal amenaza es la persistencia del precio del petróleo en niveles elevados; mientras que en el ámbito interno, la principal fuente de riesgo proviene de la incertidumbre sobre la velocidad de recuperación de la demanda.

Indicó que de acuerdo a estudios internacionales, las proyecciones de crecimiento mundial se verían reducidas en alrededor de medio punto porcentual si el precio del petróleo permanece en niveles del orden de US$ 32 a US$ 33 por barril. "Además, las tasas de interés internacionales podrían permanecer elevadas por un tiempo mayor en aquellos mercados donde hoy los riesgos inflacionarios son más claros. En todo caso, los efectos son acotados y están muy lejos de producir un impacto global como el que se observó a fines de la década de los setenta", dijo.

A nivel doméstico, comentó que cabría esperar una disminución más lenta de la inflación respecto a lo proyectado en el escenario base. "En efecto, la incidencia inflacionaria adicional sería del orden de 0,7% en el IPC total y de 0,3% en el IPCX en el corto plazo. Adicionalmente, el menor crecimiento de la economía global, las mayores tasas de interés en el exterior y la disminución del ingreso nacional podrían reducir el ritmo de crecimiento del producto", señaló.

Recordó que la principal función de la política monetaria en este caso es evitar la propagación de los aumentos de precios específicos a otros precios, lo que podría ocurrir por la vía de los costos, los mecanismos de indexación o las expectativas. Por esta razón, "en este escenario se requiere que el Banco Central mantenga un grado importante de flexibilidad en la política monetaria".

Un segundo factor de alejamiento del escenario central, según el economista, se puede producir por una recuperación más acelerada de la demanda interna. "El crecimiento de la economía global, el menor costo del crédito, la depreciación del tipo de cambio real y la recuperación de las cuentas fiscales pueden apoyar una aceleración más significativa de la demanda total", afirmó.

En este escenario, concluyó Marshall, las holguras existentes se absorberían con mayor rapidez, provocando un aumento en las presiones inflacionarias de mediano plazo por encima de lo anticipado. "Por esta razón, la política monetaria debería restringir más prontamente su impulso con el fin de disminuir los riesgos de aceleración de la inflación", comentó.
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