SANTIAGO.- La encargada de la Política Comercial de Estados Unidos, Charlene Barshefsky, manifestó una vez más que un acuerdo de libre comercio con Chile es una prioridad para su país y que así será transmitido a la próxima administración de ese país.
Así lo expresó a una delegación del Ministerio de Relaciones Exteriores, encabezada por el director general de Relaciones Económicas Internacionales, Osvaldo Rosales, que se encuentra en Washington en la reunión de la Comisión Conjunta Chile-Estados Unidos de Comercio e Inversión.
Delegaciones de ambos países se reunieron esta mañana en la Oficina del Representante Comercial (USTR) para evaluar el trabajo técnico realizado durante este año y conversar sobre la proyección de ese trabajo.
Barshefsky destacó que entre las recomendaciones que ella debe hacer al dejar su cargo a fines de este año estará en un lugar importante el avanzar hacia la liberalización del comercio con Chile y lamentó que durante la actual administración ello no se lograra.
Rosales hizo ver que el compromiso de negociar un acuerdo comercial con Chile existe hace varios años por lo que se requiere una señal concreta sobre el compromiso de Estados Unidos con este tema, que es importante no sólo para Chile sino también para el resto del continente.
El encargado de las negociaciones comerciales chilenas destacó que iniciativas estadounidenses como la nueva legislación antidumping son una pésima señal, ya que sólo estimula las corrientes proteccionistas.
El Congreso de Estados Unidos aprobó hace pocos días una normativa mediante la cual se transfieran los fondos que se cobran a los exportadores de otros países por concepto de dumping, hacia los productores estadounidenses que hayan presentado los reclamos. A juicio de Chile, además de significar esto una doble protección a la industria local, ya que ponen sobre tasas para sus competidores extranjeros y además se le entregan los recursos recaudado por esos impuestos- esta ley viola los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Barshefsky manifestó su preocupación ante este tema y reiteró que cualquiera sea el sucesor de Clinton, Estados Unidos avanzará hacia una mayor apertura comercial.
Los representantes de ambos gobiernos hicieron una positiva evaluación del trabajo técnico realizado en la Comisión Conjunta y destacaron que sólo con Chile, Estados Unidos ha abordado tan detalladamente los principales aspectos de su política comercial.
Tanto los negociadores de Estados Unidos como de Chile coincidieron en que durante este tiempo el trabajo realizado en la Comisión ha permitido ir avanzando en los temas propios de una negociación y también dando solución a problemas comerciales coyunturales. El trabajo de estos tres años constituye una plataforma inicial muy sólida frente a una futura negociación, cualquiera sea su tipo.
Durante este año se realizaron siete reuniones en las que participaron delegaciones interministeriales de Chile y Estados Unidos en los temas de inversiones, servicios, compras gubernamentales, normas técnicas, comercio electrónico, visas de negocios, asuntos laborales y medioambientales y participación de la sociedad civil.
Al concluir la reunión de la Comisión, Chile propuso crear dos nuevos grupos: defensa comercial, donde se incluyen temas como antidumping, subsidios y salvaguardias; y biotecnología.
La Comisión Conjunta reanudará su trabajo a comienzos del próximo año, una vez que la nueva administración haya asumido y en ese momento, con las nuevas autoridades se definirán los grupos de trabajo.
La delegación chilena destacó que el trabajo de este año representó una profundización significativa respecto de la situación previa, ya que se hicieron considerables esfuerzos, en términos de recursos humanos calificados, tiempo y calidad de trabajo. Se registró también un mayor respaldo a este trabajo de parte de las agencias de Estados Unidos involucradas.
Al analizar la actual negociación del Area de Libre Comercio de las Américas (Alca), Chile y Estados Unidos coincidieron en la importancia de este proceso en la integración hemisférica. Ambos estuvieron de acuerdo en abordar el rezago existente entre la fluidez de los avances técnicos y la debilidad del compromiso político.
