VIENA.- El futuro secretario general de la Organización de Paíes Exportadores de Petróleo (OPEP ) y ministro venezolano de Energía, Alí Rodríguez, reafirmó hoy en Viena la aspiración del cártel de lograr una moderación de los precios del crudo en una horquilla de entre US$ 22 y US$ 28 por barril.
Rodríguez, quien ocupa actualmente la presidencia de turno de la OPEP, declaró que con motivo de la celebración de la CXII conferencia ministerial del cártel, que actualmente ese sería el nivel justo para el barril (de 159 litros) de la OPEP.
Sin embargo, hasta el próximo 17 de enero queda suspendido el mecanismo adoptado con el fin de estabilizar el mercado mundial de petróleo y por el cual los productores aumentarían automáticamente su oferta en medio millón de barriles diarios (b/d) cuando las cotizaciones superan el tope máximo de esa banda de precios durante veinte días laborables consecutivos.
Asimismo, recortarían en la misma cantidad la producción si el precio se sitúa a menos de US$ 22 por barril durante diez jornadas laborables.
La OPEP considera que tras aumentar su oferta este año cuatro veces, en un total de 3,7 millones de barriles diarios suplementarios, existe un exceso de oferta que podría desencadenar un desplome del mercado, que Rodríguez cifró en 1,4 millones de b/d.
"El mecanismo se estableció con el propósito explícito de garantizar el equilibrio entre la oferta y la demanda", pero en estos momentos los precios están altos por otros problemas ajenos a la producción como los altos impuestos, las dificultades del transporte y "el gran problema que representa la especulación", señaló.
Por eso, el cártel seguirá de cerca la evolución del mercado y "tomará las medidas que haya que tomar" cuando de acuerdo a sus cálculos el mercado necesita restablecer el equilibrio entre la oferta y la demanda.
Los ministros acordaron volver a reunirse el próximo 17 de enero para volver a evaluar la situación, fecha en la que podrían decidir tanto un aumento como un recorte de su producción.
En su discurso inaugural, Rodríguez subrayó los numerosos factores que inciden en los precios y advirtió de que las medidas de protección ambiental adoptadas en los países industrializados han reducido considerablemente la capacidad productiva de las refinerías.
En especial, precisó que, como consecuencia de las exigencias ecologistas, en EEUU, el principal mercado mundial de consumo de crudo, se cerraron 170 refinerías entre 1981 y 1999, lo que provocó una reducción de la capacidad de refino de ese país de 2,74 millones de b/d de productos derivados.
Por otro lado, recordó que entre 1980 y 1990, los impuestos sobre los productos del petróleo en los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), especialmente en la Unión Europea, subieron en un 355%.
"La estabilidad del mercado está afectada adicionalmente por una flota insuficiente de buques petroleros para satisfacer las actuales necesidades de transporte de la industria", agregó el presidente de turno de la OPEP.
Esas dificultades se deben asimismo por las nuevas disposiciones de seguridad para el transporte de crudo, que provocaron la "demolición de 116 petroleros en 1999 y otros 83 en lo que va de este año", período en el que al mismo tiempo ha crecido la demanda de los servicios de transporte.
Finalmente, estimó que la especulación en los mercados de futuros representan un volumen de "transacciones diarias equivalentes al valor de entre 90 a 150 millones de b/d", factor que distorsiona fuertemente los precios.
