SANTIAGO.- Un crecimiento levemente superior experimentará la producción de carne bovina durante este año acercándose a las 230 mil toneladas, con respecto a 1999, se desprende de un estudio realizado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), dependiente del Ministerio de Agricultura.
Las importaciones de carne bovina hasta septiembre de este año llegan a unas 60.000 toneladas, nivel superior en 16,8% al presentando en igual período de 1999. Se estima que durante el 2000 se totalicen unas 90.000 toneladas, en su gran mayoría sin hueso, aproximadamente un tercio de la oferta nacional de carne de vacuno.
Según Odepa, este año nuevamente la disponibilidad per cápita de carnes estará liderada por carne de aves, como ha ocurrido en los últimos dos años.
Dada la situación de escasez de oferta interna de ganado gordo para faena, es probable que se mantenga la situación de buenos precios en el ganado bovino.
Las expectativas de producción de carne bovina para el 2001 son de una recuperación de los niveles históricos de producción, con un volumen de faena cercano al millón de cabezas.
Respecto al comercio internacional de carnes, este año cerrará con dos situaciones importantes: una ligera recuperación de la demanda en los mercados, sobre todo de los asiáticos, y quizás lo más relevante para Chile, los efectos que tendrá la seguidilla de focos de fiebre aftosa en el Cono Sur del continente, ocurridos en el segundo semestre del año 2000. Sin embargo, Odepa
agregó que el elemento relacionado con el comercio internacional que más influye en el precio del ganado en el país es el valor de la divisa norteamericana.
Desde el punto de vista de la oferta interna, incluirá en la producción de carne el cambio en la situación por la que atraviesa la producción nacional de leche, rubro que, después de sufrir una baja de precios constante en los últimos años, se ha visto favorecido por un mejoramiento coyuntural al que contribuyen varios factores.
Con ello, los precios de la leche son hoy sustancialmente superiores a los que se pagaban durante el año pasado, lo que seguramente redundará en una retención de vacas de lechería y, por ende, en una baja en el beneficio de hembras, categoría que, como se comentaba al comienzo, era una de las que mantenían una variación positiva.
No obstante lo anterior, dado el beneficio observado hasta el mes de septiembre y la evolución de los últimos meses, existen buenas perspectivas de que la producción de carne bovina en este año llegará a poco menos de 230 mil toneladas de carne en vara, con un beneficio de unas 945 mil cabezas de ganado, ambas cifras levemente superiores a las de 1999.
Un elemento interno adicional, que tendría gran efecto sobre la demanda, sería la recuperación de la economía nacional, que se ha visto retardada en sus efectos. Aunque las cifras macroeconómicas indican que la economía chilena está sana y tendrá un crecimiento importante, el desempleo aumentó durante este año, aunque se espera que esto comience a cambiar en los próximos meses, partiendo sobre la base mínima de la evolución estacional normal. Un mejoramiento del empleo aceleraría la recuperación de la demanda interna. No obstante, este sólo
factor podría no tener un gran efecto sobre el nivel de precios del ganado nacional, considerando la posibilidad de suplir cualquier déficit con mayores importaciones.
En todo caso, si no se espera una gran variación en la oferta interna y el alto valor del dólar encarece las importaciones, es muy probable que los precios del ganado se mantengan relativamente elevados en los últimos meses del año.
