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Chile debe cuidar normas laborales y ambientales en TLC con EE.UU.

La Cámara de Comercio de Santiago manifestó su preocupación por la forma en la cual Chile negocia un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, la que no contempla el uso del recurso del 'fast track', indicando que se corre el riesgo de llegar a un texto final que considere sólo algunos de los aspectos que Chile requiere para salvaguardar sus intereses.

18 de Diciembre de 2000 | 11:24 | El Mercurio Online
SANTIAGO.- La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) manifestó hoy su preocupación por la forma en la cual Chile negocia un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, la que no contempla el uso del recurso del 'fast track', indicando que se corre el riesgo de llegar a un texto final que considere sólo algunos de los aspectos que Chile requiere para salvaguardar sus intereses.

"El ideal para nuestro país es que al momento de enviar el Acuerdo a instancias del Congreso norteamericano, el Ejecutivo de ese país cuente con fast track a fin de que el instrumento sea aprobado o rechazado como un todo. Al no contar con dicha ley se corre el riesgo de que el Congreso apruebe sólo ciertas partes del Acuerdo, lo que podría implicar la pérdida del espíritu del mismo, que en sí representa un paquete integral de la voluntad de los países signatarios sobre los diversos temas incluidos en el instrumento jurídico", dijo la CCS en un comunicado.

Según la CCS, resulta conveniente para los intereses de Chile que se analicen los distintos escenarios posibles a fin de asegurar la aprobación integral del Acuerdo por parte del Congreso norteamericano o esperar el 'fast track' a fin de asegurar la ratificación del texto acordado.

Indica que "las desventajas que podría tener para Chile la suscripción de un acuerdo de libre comercio con EEUU van a depender en gran medida de los resultados de la negociación".

"Lo anterior -agrega- se refiere particularmente a los alcances de las disposiciones laborales y medio-ambientales que EEUU podría pretender incluir en el tratado".

Por tal motivo, recalca, "habrá que asegurarse que los alcances de las cláusulas laborales y ambientales que se incorporen en el Acuerdo reflejen la legislación de ambos países y no impliquen generar obligaciones sobre el cumplimiento de estándares más exigentes y que en definitiva puedan transformarse en trabas encubiertas al comercio y en una pérdida de competitividad para nuestra oferta exportable".

Entre los aspectos que la entidad considera destacables están el de poder sentar una "base regulatoria equitativa y técnica para la solución de controversias comerciales".

Esto, por cuanto Estados Unidos es uno de los países que más acusaciones y amenazas por dumping y subsidios ha interpuesto contra productos chilenos. "Empresas salmoneras y exportadoras de champiñones, frambuesas, jugos de manzana, vinos y molduras de madera, entre otras, se encuentran en esta categoría de afectadas", dijo.

Otro aspecto que hace muy recomendable lograr una relación comercial de primer nivel con Estados Unidos -según la CCS- se relaciona con la liberalización de los servicios y con las inversiones.

No obstante, indica que el eventual "escalonamiento arancelario atenta contra una consolidación exportadora de Chile en productos con valor agregado, en un mercado de 260 millones de habitantes que de paso es el más rico del mundo".

Por otra parte, afirma que el acuerdo implicaría además un fuerte incentivo para las inversiones de terceros países en Chile, especialmente en sectores de valor agregado.

"Un sistema permanente de preferencias que reemplace el SGP, un sistema arancelario parejo, reglamentaciones claras para la solución de controversias y provisiones facilitadoras del comercio de servicios e inversiones recíprocas son aspiraciones estratégicamente relevantes para el sector privado chileno", según la CCS.

Por último, precisa que gran parte de los beneficios del acuerdo bilateral, "sin embargo", se encuentran en el contexto de los compromisos adoptados por ambos países en el marco del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y del Consejo de Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC).

"En efecto, los países del hemisferio americano han acordado negociar un acuerdo que conduzca a una zona de libre comercio hacia el año 2005, lo que involucra la remoción de las barreras arancelarias y para-arancelarias y la incorporación de acuerdos de Inversión, Servicios, Compras Gubernamentales, Solución de Controversias, Derechos de Propiedad Intelectual, Subsidios, Prácticas Antidumping y de Derechos Compensatorios y Políticas de Competencia", concluye.
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