WASHINGTON.- Un nuevo recorte en las tasas de interés en Estados Unidos durante la reunión del martes de la Reserva Federal es casi un hecho para la mayoría de los analistas, pero advierten que la medida no operará milagros en la recesiva economía.
La tasa de los fondos federales, que determina la de los préstamos interbancarios, ya está en 2,0 por ciento, su mínimo en 40 años.
Los economistas ahora apuestan a que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed, que establece la política monetaria de Estados Unidos, recortará las tasas de corto plazo en 25 puntos básicos, a 1,75 por ciento.
Aunque la intensa campaña de recortes de tasas que llevó a cabo la Fed este año ha sido útil, los analistas dicen que la economía ha reaccionado en forma lenta y frustrante ante este remedio.
Muchos atribuyen el empecinamiento de la economía a la fuerte reducción del gasto empresarial en nueva tecnología, que ha sido una de las principales fuerzas en la actual recesión.
Las tasas de interés más bajas pueden incentivar a que las empresas realicen compras de bienes de capital, pero como muchas firmas ya invirtieron fuertemente en equipos en la década de 1990, ahora no tienen apuro en seguir con sus adquisiciones.
"En esta recesión, la Fed es un actor secundario", dijo Fred Breimyer, economista jefe de State Street Corp. en Boston.
La Fed "puede darle un colchón a la caída de la economía, pero no la puede controlar", agregó.
Otro hecho que restringe la capacidad de la Fed para reactivar el crecimiento, es que las tasas de interés a largo plazo han subido en las últimas semanas, algo que podría limitar la explosión reciente del refinanciamiento inmobiliario.
Estas operaciones de refinanciamiento dieron una importante inyección de efectivo a las familias, en momentos en que muchas se vieron afectadas por despidos y recortes de horas laborales.
El encuentro del martes del FOMC empieza a las 900 (1400 GMT). El mercado prevé que habrá una decisión a las 1415 (1915 GMT).
En un sondeo de Reuters, realizado el viernes, las 24 principales firmas de operaciones con bonos de Wall Street anticiparon que el FOMC bajará la tasa de los fondos federales en un cuarto de punto porcentual.
Los operadores dieron este pronóstico, luego de que el mes pasado, Laurence Meyer, un gobernador de la Fed, dijera que para el banco central sería algo "equivocado" abandonar la política de flexibilización monetaria, ante el riesgo de que empeore la recesión.
Meyer, Alan Greenspan -el presidente de la Fed- y sus otros colegas se reunirán el martes con dos gobernadores que asumieron el cargo recientemente, Susan Bies y Mark Olson.
Alguna luz de esperanza
Desde la última reunión de la Fed, el 6 de noviembre, los datos económicos han estado mixtos. Algunos informes del sector manufacturero y del gasto del consumidor ofrecieron luces de esperanza de una recuperación, pero otros datos, como el desempleo, resaltaron el pesimismo.
Richard Berner, economista jefe de Morgan Stanley en Nueva York, observó que el informe del viernes del departamento de Trabajo, que mostró una reducción de 331.000 puestos de trabajo en noviembre, resultó especialmente flojo.
Según la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER, por su sigla en inglés), un influyente grupo de economistas que determinan oficialmente el comienzo y el fin de los ciclos económicos de Estados Unidos, el país está en recesión desde marzo, mes en que terminó una expansión de 10 años que fue la más prolongada de la historia.
Desde que empezó la recesión, la economía perdió casi 1,2 millones de puestos de trabajo. Casi 800.000 de esos puestos se perdieron después de los atentados del 11 de septiembre, que sacudieron fuertemente a la confianza del consumidor y afectaron a la economía, que ya estaba débil.
Fuera del mercado laboral, se registraron algunas señales económicas esperanzadoras.
El índice de actividad económica de la Asociación Nacional de Gerentes de Compras (NAPM por sus siglas en inglés) subió a 44,5 en septiembre, de 39,8 en el mes anterior.
Igualmente, se mantuvo por debajo de 50, lo que indica que la producción fabril sigue contrayéndose.
Además, el índice de la percepción del consumidor de la Universidad de Michigan, difundido el viernes, mostró un repunte del optimismo.
