SANTIAGO.- El Presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, afirmó hoy en Santiago que América Latina sufre "turbulencias complicadas", pero manifestó su confianza de que la región sabrá superarlas.
"América Latina sufre en estos momentos turbulencias complicadas y no es solamente Argentina", enfatizó Cardoso en un encuentro con más de 400 empresarios chilenos, al iniciarse la tercera y última jornada de una visita oficial de tres días a Chile.
En la reunión, celebrada en la sede de la empresarial Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), el Mandatario brasileño sostuvo que en la región no hay problemas imposibles de solucionar.
"Problemas hay muchos en la región, porque aparte de Argentina, tenemos a Colombia con un grave conflicto armado, donde lamentablemente vemos un problema complicado difícil de solucionar", afirmó.
Respecto a la situación en Argentina, Cardoso señaló que mientras el Gobierno de ese país no proponga un plan viable y no defina correctamente sus políticas sociales y económicas "todos los argentinos van a pagar un precio".
"Yo creo que el Presidente (Eduardo) Duhalde esta haciendo un esfuerzo en la dirección correcta, pero ellos deben arreglar el país primero en forma interna para después pedir ayuda externamente, y en eso, les aseguro, estaremos todos juntos", subrayó el Mandatario brasileño.
Cardoso también manifestó su preocupación por lo problemas que actualmente sufre Venezuela, y cifró sus esperanzas en que la situación "no se torne dramática".
Por otro lado, alabó a Ecuador que después de pasar diez años en pésimas condiciones ha salido adelante con bastante éxito, sensación que también se observa, según señaló, en Perú y México.
"En definitiva, la región tiene problemas, pero no significa que debamos perder la confianza", precisó el Mandatario que tras la reunión con los empresarios viajó a la ciudad chilena de Arica.
En esta ciudad fronteriza con Perú, Cardoso y el Presidente Ricardo Lagos impulsarán el llamado "corredor bioceánico" que, mediante acuerdos semejantes con terceros países, permitirá a Brasil usar puertos chilenos para exportar sus productos a través del Pacífico hacia los mercados del Asia.
