LUXEMBURGO.- Las explotaciones de carbón de la Unión Europea (UE) podrán mantener las ayudas públicas, que tendrán que reducirse de modo progresivo, hasta el año 2010, según el acuerdo alcanzado hoy en Luxemburgo en el Consejo de Ministros de Energía de los Quince.
Esas ayudas permitirán la continuación de la actividad minera en las cuencas carboníferas europeas, fundamentalmente en España y Alemania, y garantizar la producción de carbón y el empleo de las explotaciones existentes, sometidas a la competencia del procedente del exterior de la Unión.
Los ministros de la Unión aprobaron la prórroga, con reducción progresiva, de las siguientes clases de ayudas: las destinadas a reducir la actividad minera, las que garantizan el acceso a las reservas y las para cobertura de pérdidas.
El acuerdo era necesario para autorizar ayudas al carbón más allá del 23 de julio, cuando expira el Tratado de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) y el régimen que permite los apoyos al sector en los Quince.
Con el acuerdo, se autorizan ayudas para reducir actividad de explotaciones mineras hasta el 31 de diciembre de 2007, siempre que correspondan a un plan de cierre específico y que el importe por tonelada no haga que los precios de entrega del carbón sea inferior al de calidad similar procedente de terceros países.
El objetivo es evitar cualquier distorsión de la competencia en el mercado de la electricidad, el de producción combinada de calefacción y electricidad, el de producción de carbón y el del acero.
Además, los Estados podrán conceder ayudas para el acceso a las reservas de carbón, tanto para las inversiones iniciales como para la producción corriente de las explotaciones.
Cada una de estas tendrá que establecer un plan de explotación y un plan financiero "que muestre que la ayuda concedida al proyecto de inversión en cuestión permitirá (...) garantizar su viabilidad económica", según el reglamento aprobado, que entrará en vigor el 24 de julio próximo.
La ayuda notificada y pagada realmente no podrá superar "el 30 por ciento del coste total del correspondiente proyecto de inversión".
Este tipo de ayudas de acceso a las reservas únicamente podrán ser autorizadas hasta el 31 de diciembre de 2010.
Para la producción corriente y con el fin de cubrir pérdidas de las explotaciones, sólo podrán concederse ayudas si las unidades de producción están inscritas en un plan de acceso a reservas de carbón.
Además, estarán autorizadas para aquellas unidades que "dentro del límite de la cantidad de carbón autóctono que deba producirse con arreglo al plan mencionado (...) presenten las mejores perspectivas económicas".
El Consejo de Ministros de la UE confirmó que las ayudas deberán disminuir progresivamente y que "no podrá otorgarse ninguna ayuda a la reducción de actividad (...) con posterioridad al 31 de diciembre de 2007".
La Comisión Europea propuso el reglamento sobre las ayudas al carbón en julio de 2001 con el objetivo de mantener una producción estratégica en la UE, cuyo carbón no es competitivo frente a las importaciones de países terceros.
Bruselas recordó entonces que la dependencia del suministro exterior en materia energética es creciente y las ayudas permitirán continuar con una explotación mínima de las minas de carbón en los Quince.
La intención es cubrir las pérdidas operativas en las que incurren las explotaciones carboníferas que contribuyen a mantener el acceso a las reservas existentes.
Las minas cuyo mantenimiento no pueda justificarse con el objetivo de garantizar un suministro energético para la Unión podrían así obtener ayudas para la reducción de actividad hasta finales de 2007.
Bruselas estima que con el marco autorizado hoy continuarán los esfuerzos de reestructuración y de reducción de la actividad carbonífera pero se cuidarán los aspectos relacionados con las consecuencias sociales y regionales de la explotación del carbón.
