NUEVA YORK.- Los bonos de Brasil caían el viernes un 2,6 por ciento después de que una serie de nuevas medidas fiscales, destinadas a restituir la confianza de los inversores, no lograran eliminar las preocupaciones sobre la capacidad del país para pagar su deuda.
El gobierno de Brasil anunció las medidas el jueves para tratar de aliviar la presión sobre sus mercados, que desde hace semanas han mostrado su nerviosismo por la incertidumbre sobre las próximas elecciones presidenciales en el país.
El plan incluye el retiro de 10.000 millones de dólares de un crédito previamente acordado con el Fondo Monetario Internacional, la recompra de hasta 3.000 millones de dólares de deuda extranjera y una reducción de 5.000 millones de dólares en el piso de las reservas internacionales.
Pese a que las acciones, los bonos y la moneda de Brasil subieron al anunciarse las medidas, el alza perdió fuerza el viernes, cuando resurgieron los temores de que el nuevo presidente de Brasil, que será elegido en octubre, podría enfrentar problemas para administrar una deuda de unos 274.000 millones de dólares.
"Es muy bueno que hayan podido contener parte de la venta local pero, al final, los inversores están comenzando a perder la confianza en la capacidad de Brasil para pagar su deuda, debido a las elecciones y también al hecho de que tendrían que depender del dinero del FMI", dijo un operador de mercados emergentes.
"Se retroalimenta", ya que los inversores piensan que si Brasil necesita el dinero del FMI ahora, probablemente necesitará más fondos en el futuro, dijo el operador.
La porción de Brasil en el Indice Plus de los Bonos de los Mercados Emergentes (EMBI+) de JP Morgan bajaba a las 1655 GMT a 2,57 por ciento, mientras que los diferenciales de los bonos brasileños con los de Estados Unidos -una medición de la percepción de riesgo- se ampliaban 44 puntos base, a 1.280.
El referencial bono C de Brasil perdía 3,38 por ciento, a 64,25 puntos.
Preocupación en Wall Street
Para Wall Street, las preocupaciones se centran en el fuerte apoyo de los electores al candidato del Partido de los Trabajadores, el izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, que en anteriores campañas coqueteó con la idea de reestructurar la deuda.
Muchos inversores temen que si Lula gana las elecciones de octubre la incertidumbre que rodea a su plataforma económica debilite aún más a la moneda brasileña, el real.
Esto elevaría el costo de la deuda denominada en dólares y posiblemente colocaría a Brasil en vías de un incumplimiento d epagos, según varios analistas.
Lula ha adoptado en su campaña actual una posición más centrista, pero a Wall Street le sigue preocupando que Lula aumente el gasto público para financiar programas sociales.
"Lula representa caer en lo desconocido. Aquí tenemos a alguien que se ha presentado como candidato en varias ocasiones con una plataforma de retórica populista, de gastos y una actitud displicente frente a la deuda", dijo David Roberts, economista internacional senior de Banc of America Securities.
"Es posible que ya no crea en esto (Lula), dice que ya no, pero el mercado no está como loco por comprobarlo", agregó Roberts.
A causa del nerviosismo dle mercado los bonos de Brasil han perdido 9,4 por ciento en lo que va de este mes, de acuerdo con el EMBI+.
Wall Street prefiere al ex ministro de Salud José Serra, quien es el candidato presidencial respaldado por el gobierno actual. Los inversores consideran a Serra como la mejor opción para seguir fortaleciendo la estabilidad macroeconómica del país y las reformas de libre mercado del presidente Fernando Henrique Cardoso.
Brasil, que representa más de una quinta parte del EMBI+, pesaba sobre el índice general el viernes.
El EMBI+ bajaba 1,19 por ciento en términos de rendimiento diario y sus diferenciales se ampliaban 22 puntos, a 738, sobre los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Los bonos de Ecuador, un país que está luchando por cerrar un nuevo acuerdo crediticio con el FMI, perdían 3,69 por ciento.
