WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó el miércoles un pronóstico económico pesimista para Latinoamérica, y dijo que los problemas fiscales son los principales culpables de las dificultades de la región, que
podrían extenderse a otros mercados emergentes.
"El panorama se ha deteriorado seriamente y está previsto que el Producto interno Bruto (PIB) retroceda en 2002", dijo el FMI en su informe Panorama Económico Mundial, en anticipación a su reunión anual que tendrá lugar en Washington el 28 y el 29 de septiembre.
El informe del FMI destacó los problemas presupuestarios de casi todos los países de América Latina, excepto Chile.
Para este último país el FMI proyectó un crecimiento de 2,2% este año (contra una cifra revisada en julio de 2,6%) y de 4,2% para 2003 (4,8%).
"El ajuste fiscal -implicando contención del gasto y mejoras en la recaudación- es el requisito central de la política para reducir las vulnerabilidades económicas", dijo el FMI.
Argentina, cuya economía se contraería 16% este año, según las previsiones del
Fondo, lidera la contracción en Latinoamérica, mientras experimenta lo que el FMI llama "un colapso casi sin precedentes de la actividad económica".
De hecho, según el organismo, Argentina se está contrayendo a un ritmo dos
veces más rápido que Estados Unidos en la Gran Depresión de la década de los 30.
"Uruguay está enfrentando dificultades serias, y el panorama para Brasil, Venezuela y un número de países más pequeños se ha deteriorado de forma marcada", dijo el FMI.
El Fondo otorgó recientemente a Brasil un paquete crediticio por unos US$ 30.000 millones para reducir los temores de los inversores por las elecciones presidenciales de octubre, pero las preocupaciones han continuado y el martes el real, la moneda brasileña, bajó a un nuevo mínimo histórico de 3,78 unidades por dólar.
Por otro lado, la inflación, que alguna vez fue uno de los principales problemas de la región, está volviendo, señaló el Fondo. "Especialmente (en) Argentina, donde a pesar de algunos avances recientes, aún no se ha establecido un marco monetario sostenible", dijo el FMI en su informe.
Aversión al riesgo
El FMI publica su informe justo cuando los inversores internacionales evitan a
Latinoamérica. "Desde mediados de abril", dijo el FMI, "la percepción hacia
Latinoamérica y Brasil, en especial, se ha deteriorado, por las mayores incertidumbres políticas y las preocupaciones sobre la dinámica de la deuda".
En enero, Argentina incumplió parte de los pagos de su deuda pública, que entonces era de US$ 140.000 millones, lo que generó un efecto contagio en sus vecinos Uruguay y Paraguay y, en menor medida, en Chile.
En su informe, el Fondo destacó el efecto que ha tenido la crisis argentina en
otros países de la región. "Algunos países vecinos a Argentina, particularmente Uruguay pero también Paraguay y Bolivia, también resultaron afectados por la crisis argentina a través del comercio, el turismo y los canales financieros".
El organismo también destaca: "La expansión de la crisis argentina podría debilitar el repunte en el crecimiento esperado en Chile para el próximo año".
No obstante, Chile, junto con México, figuró entre los pocos aspectos positivos del informe del Fondo.
"Los dos países continúan resistiendo las dificultades de la región razonablemente bien, ayudados por un sólido manejo de sus políticas, una deuda pública relativamente reducida (en el caso de Chile), y fuertes vínculos con Estados Unidos (en el caso de México)".
Sin embargo, el Fondo advirtió que si la región no revierte su situación, podría afectar no sólo a México y a Chile, sino también a otros mercados emergentes que han conseguido acceso a los mercados de capitales.
"Si se intensificaran los problemas en Sudamérica -en particular si fueran
acompañados de un crecimiento más débil en los países industriales- el potencial para un impacto más amplio en la clase de activos de los mercados emergentes... se incrementaría significativamente", dijo el FMI.
Al FMI le preocupa que los bancos puedan reducir la exposición de sus préstamos en los mercados emergentes, lo que afectaría aun más a esas economías.
El FMI prevé que el producto interno bruto de América Latina, después del ajuste por inflación, se contraerá 0,6% este año, afectado por un retroceso del PIB del 16% en Argentina, un retroceso del 11% en Uruguay y una caída de 6,2% en Venezuela.
Tanto Brasil como México, las dos mayores economías de América Latina, registrarán tasas de crecimiento de sólo 1,5% en el 2002, según el organismo.
Ecuador, Perú y República Dominicana tendrán la tasa de crecimiento más alta de la región, de 3,5% en el 2002.
Mehor panorama para el 2003
El FMI prevé un panorama ligeramente mejor para el 2003, en el que la región
saldría de su declive. Pero ese optimismo se basa en la perspectiva de que mejore la recuperación económica mundial, que hasta ahora sólo fue moderada.
El próximo año, América Latina crecería un 3%, con un desempeño mixto de las
mayores economías, según el Fondo.
Brasil, que se expandiría un 3% en el 2003, de acuerdo al Fondo, todavía sufre
"vulnerabilidades importantes", especialmente por su deuda, según el organismo.
El FMI dijo que Brasil debería reducir el peso de su deuda por medio del superávit presupuestario y reformas para hacer más flexible a su economía, lo que debería servir para bajar las tasas de interés.
Kenneth Rogoff, economista jefe del FMI dijo que "mirando hacia el futuro,
claramente la política de prioridad para Brasil para el largo plazo es reducir la carga de la deuda y las autoridades tienen que enfocarse en el ajuste fiscal y las reformas estructurales".
De acuerdo a las previsiones del organismo, en el 2003 Argentina volverá al
crecimiento por primera vez desde 1998, aunque con una expansión de sólo 1%, bastante por debajo del pronóstico de 3% que anticiparon las autoridades argentinas en el presupuesto para el próximo año.
El FMI prevé un crecimiento sólido de 4% para México en el 2003, pero advirtió que en el país, "las necesidades sustanciales de financiamiento externo todavía lo dejan expuesto a cambios en la percepción de los inversores, y las recientes reformas impositivas no han logrado la intención de elevar la recuadación no-petrolera".
Chile debería crecer 4,2%, según el Fondo, y "debería continuar con un desempeño mejor que el de otros países de la región" gracias a que su posición de deuda y su sector financiero es más fuerte.
