BUENOS AIRES.- El Presidente argentino, Néstor Kirchner, firmó hoy un decreto que obliga al capital especulativo a permanecer en el país durante seis meses, contados desde la fecha de su ingreso.
El decreto excluye de la restricción a los giros de fondos por operaciones de comercio exterior o "inversiones extranjeras directas", como se llama a las destinadas a fines productivos.
Dispone que todos los giros de divisas deberán registrarse ante el Banco Central y autoriza al Ministerio de Economía a modificar el plazo que el capital especulativo debe permanecer en el país.
En este sentido, señala que el Ministerio de Economía podrá "ampliar o reducir" el plazo de seis meses si lo considera necesario en caso de que "se produzcan cambios en las (actuales) condiciones macroeconómicas".
El Banco Central "queda facultado para reglamentar y fiscalizar" el cumplimiento de estas medidas, "así como para establecer y aplicar las sanciones que correspondan en caso de incumplimiento", apunta el decreto.
Fuentes del instituto emisor dijeron a EFE que se aplicará un impuesto a la salida de capitales "golondrina" (especulativos) si se la hace antes del plazo fijado por el decreto, que entrará en vigor la semana próxima, cuando sea publicado en el Boletín Oficial.
La Bolsa de Comercio de Buenos Aires registró ayer, jueves, una fuerte bajada al conocerse la intención gubernamental de restringir los movimientos del capital "golondrina" con el fin de frenar la caída del precio del dólar en el mercado local de divisas.
El índice líder Merval sufrió pérdidas del 6,84 por ciento, hasta los 738,35 puntos, cuando el lunes pasado había cerrado en 805,54 enteros, el nivel más alto desde octubre de 1997 y acumulaba ganancias del 53,45 por ciento en lo que va del año.
En cambio, el precio del dólar subió ayer un 0,72 por ciento, hasta los 2,81 pesos, cuando había caído hasta 2,77 pesos el martes último dentro de una tendencia a la baja que se atribuye a una fuerte oferta de la divisa estadounidense frente a una demanda escasa.
La escasa demanda de la moneda de Estados Unidos, que a comienzos de año se cotizaba en 3,45 pesos, se atribuye a que Argentina mantiene suspendidos los pagos de parte de su abultada deuda pública desde finales de 2001 y la mayoría de las empresas también están en cese de pagos.
El mercado de divisas atraviesa por una fuerte oferta de dólares como consecuencia de un fuerte aumento de las exportaciones impulsado por la devaluación del peso, efectuada en enero de 2002.
Según cálculos del Banco Central, en mayo pasado ingresaron a Argentina 950 millones de dólares en colocaciones de corto plazo frente al promedio de 550 millones mensuales en el primer trimestre del año.
"Los capitales ’golondrina’ que van y vienen por los mercados, aprovechando las tasas de interés, no son compatibles con el esquema económico argentino", sostuvo el ministro de Economía, Roberto Lavagna, el miércoles pasado, cuando anunció que se iba a restringir los movimientos de fondos especulativos.
