BOCHUM. Con airadas protestas reaccionaron hoy los trabajadores de la planta de la Opel en la ciudad alemana de Bochum a la decisión de la caza matriz General Motors (GM) de Estados Unidos de implementar un drástico plan de ahorro y recorte de puestos de trabajo.
A las cuatro de la tarde de hoy (14:00 GMT), los trabajadores de ese turno paralizaron sus actividades y se reunieron en asamblea frente a la entrada principal de la factoría, demandando el mantenimiento de sus puestos de trabajo.
Unos 1.200 operarios se reunieron en las fábricas para protestar contra el plan de ajuste. "Recorremos las instalaciones y controlamos los portones de acceso para garantizar que ningún camión con materiales pueda salir de las plantas", explicó el portavoz de la comisión de personal Klaus Neuman.
El cese de actividades consiste en una "ronda informativa" para poner a todos los empleados al tanto de la situación.
La paralización de la producción se extendió al turno nocturno. Sólo 80 operarios no participaron de la medida de fuerza durante la noche. Lothar Marquardt, director de la comisión de personal de Opel en Bochum, dijo que las actividades tampoco serán reanudadas el viernes.
Las protestas estaban dirigidas no sólo contra la dirección de la empresa, sino también contra el el sindicato IG Metall, al que acusaron de haber "vendido" Opel.
General Motors (GM), el mayor fabricante de automóviles del mundo, recortará en los próximos dos años unos 12.000 puestos de trabajo en varias plantas y el recorte de las plantillas se realizará, en un 90 por ciento, en el curso de 2005. Opel mantiene en Alemania cuatro plantas de producción con unos 33.000 operarios.