SAO PAULO.- Los productores vitivinícolas brasileños quieren que el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva establezca barreras para impedir la entrada de vinos baratos proveninetes de Chile y Argentina.
Por ese motivo, los empresarios presentarán la próxima semana una propuesta a los ministros de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior y Agricultura, Luiz Fernando Furlan y Roberto Rodrigues, respectivamente.
"Nuestro objetivo es mejorar la competitividad del vino nacional e incentivar sólo la importación de vinos de alta calidad", dijo Ciro Lilla, vicepresidente de la Asociación Brasileña de Bebidas.
La principal propuesta de los productores locales es crear un impuesto fijo de importación de 0,60 dólar por botella de vino en lugar del impuesto actual, que es del 27 por ciento del precio de cada botella.
En el caso de Argentina, el problema para los vitivinicultores brasileños es que, como pertenece al Mercado Común del Sur (Mercosur), sus productos no pueden ser gravados.
Por eso, los productores brasileños quieren establecer un techo para esa exención impositiva, que sería de 300 mil cajas y afectaría a los vinos de hasta 24 dólares.
Por encima de esa cuota, los vinos argentinos de hasta 24 dólares deberían pagar un impuesto fijo de 7,20 dólares por caja.