SANTIAGO.- Los presidentes de Chile, Ricardo Lagos, y de Argentina, Néstor Kirchner, se reunirán este viernes en la Patagonia para examinar la crisis del gas que afecta a ambos países y un posible acuerdo para obtener abastecimiento de Perú.
Ese acuerdo sería el primer paso de una integración energética entre cinco países sudamericanos: Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay.
Ambos Mandatarios llegarán hasta la frontera chileno argentina en la austral región de Magallanes para inaugurar un paso internacional entre ambos países, pero aprovecharán la ocasión para estudiar la integración energética regional.
"Tendremos ocasión de intercambiar ideas sobre ese tema con el Presidente Kirchner", dijo Lagos, ante consultas de la prensa, al referirse a la inauguración del camino de Monte Aymond, entre Chile y Argentina, que se realizará este viernes.
"Nosotros estamos muy satisfechos de que Argentina, Brasil y Uruguay puedan participar de este entendimiento que nos parece muy importante para una integración energética real, efectiva y concreta", agregó el Jefe de Estado.
Lagos explicó que por ahora se trata de un "memorando de entendimiento" discutido por los ministros del sector de los cinco países, que considera la construcción de un gasoducto desde los yacimientos de Camisea en Perú.
Chile, por su parte, abastecería de electricidad al territorio del sur peruano, a través de plantas eléctricas que utilizan el gas como fuente energética.
Una integración energética, agregó, "es tremendamente beneficiosa para todos los que están involucrados, particularmente el Perú, que permite tener un mercado claro para lo que son sus reservas en materia de gas".
El proyecto contempla una inversión de más de 2.000 millones de dólares y supondría una demanda superior a los 30 millones de metros cúbicos de gas al día para todos los países.
Chile enfrentó una crisis energética el año pasado después de que Argentina privilegió su consumo interno de gas y restringió sus envíos a Chile, que utiliza ese recurso para producir energía eléctrica.
En abril de este año revivió la crisis cuando Argentina dejó de enviar más de un tercio de los 22 millones de metros cúbicos diarios que requieren las industrias chilenas, especialmente las plantas generadoras de electricidad.
