WASHINGTON.- El Senado aprobó el jueves por la noche el tratado de libre comercio con Centroamérica y la República Dominicana concediendo una extraordinaria victoria al presidente George W. Bush, quien había promovido el acuerdo como muestra del compromiso de Estados Unidos con la democracia y prosperidad en la región.
El tratado, conocido como CAFTA-RD, fue aprobado por 54-45 y quedó listo para su debate en la Cámara de Representantes, donde librará la batalla final que para muchos no se presenta tan expeditiva como en la cámara alta.
Esta ha sido la segunda votación en el día en favor del tratado que convertirá a Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y República Dominicana en socios de Estados Unidos y formará el segundo mercado más importante para los estadounidenses en las Américas después de México.
El Comité de Medios y Arbitrios lo aprobó 24-11 por la mañana, dejando expedito el debate en la cámara baja, que ocurriría a partir del 11 de julio, luego del receso de una semana por el 4 de Julio, día de la independencia estadounidense.
"Lo que está en juego en este tratado difícilmente podría ser más grande", dijo el senador John McCain, quien votó en favor. "Es importante porque está en juego es el futuro de Centroamérica en sus dimensiones política, económica y geopolítica".
La forma en que Bush ha convencido a la mayoría republicana senatorial para empujar la gestión del tratado ha incomodado a legisladores de la bancada demócrata, algunos de los cuales han acusado a los republicanos de atropellar procedimientos de la tradición legislativa.
El tratado había sido aprobado el miércoles por la mañana en el Comité de Finanzas, pero ya unas horas después estuvo en el Senado para discusión; y la votación ocurrió 24 horas después.
"Cuando se escriba la historia del CAFTA, el tema será la política de medianoche", dijo el senador Max Baucus, uno de los legisladores demócratas de mayor influencia en el Partido Demócrata.
El empuje de Bush en el Congreso se produjo luego de un intenso cabildeo de miembros de su gabinete con legisladores de ambas cámaras que le dio aparentemente la seguridad de que el tratado no sería rechazado.
Baucus, que representa a Montana, un importante estado productor de azúcar, dijo que la gestión en favor del CAFTA-RD por el líder de la mayoría Bill Frist ha eliminado no sólo la tradición de buscar reuniones partidistas para hablar sobre los proyectos de debate sino el mandato constitucional de que el Congreso debe regular la política comercial exterior.
El tratado fue negociado al amparo de la ley de promoción comercial o "fast track", que elimina la capacidad del Congreso de enmendarlo. La votación sólo puede ser para aprobarlo o rechazarlo.