SANTIAGO.- Con sustanciales acuerdos, culminó la tercera ronda de negociaciones para un Tratado de Libre Comercio entre Chile y China, en donde los principales avances se vieron reflejados en las modalidades de negociación de la oferta arancelaria y en los grupos de reglas de origen, procedimientos aduaneros, barreras técnicas al comercio, normas sanitarias, entre otras.
El Grupo Técnico Bilateral, que está a cargo de trazar los compromisos entre ambos países para lograr el TLC, acordó contar con puntos de contacto para comunicaciones directas en materias aduaneras, normas técnicas, y materias sanitarias y fitosanitarias.
El grupo legal en tanto, revisó los lineamientos generales del Tratado, las definiciones generales, transparencia, solución de controversias y excepciones.
El director general de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería (Direcon), Carlos Furche, destacó que "en los últimos años, la importancia de China, tanto a nivel económico como político, ha crecido de manera sostenida y todo hace presagiar que esta tendencia se profundizará en el futuro".
China es la sexta economía en el mundo, segunda en capacidad de compra, cuarta exportadora mundial, primer destino de inversión extranjera directa y tercer socio comercial de Chile, con exportaciones del orden de 5,8 por ciento de las ventas nacionales y el 5,3 por ciento de las importaciones tuvieron ese origen.
Furche, agregó que "ambas economías tienen un alto grado de complementariedad. China es un gran demandante de varios de los principales productos de nuestra oferta exportadora y es, en gran medida, esta demanda la que explica los altos precios que han alcanzado varios 'commodities', entre ellos el cobre, en los últimos meses".
Desde esa nación, Chile importa principalmente productos textiles, electrónicos, equipos y maquinaria, y en un futuro no lejano China será también exportador de productos de tecnología alta e intermedia, así como de capitales.
Las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio con Chile no sólo implican el primer acuerdo comercial que China negociará con una país latinoamericano, sino que además será el más comprensivo e integral de cuantos ha negociado hasta la fecha.
"Para Chile, esta negociación significa, sin duda, un paso decisivo para su posicionamiento en la cuenca del Asia Pacífico, que es la región del mundo que en las próximas décadas concentrará el crecimiento económico y comercial", señaló Furche.
Incentivo para las exportaciones
Según estudios preliminares, un posible TLC entre Chile y China representará un fuerte incentivo para las exportaciones nacionales a dicho mercado, cuyo monto en el 2004 alcanzó los 3 mil 227,5 millones de dólares y en lo que va de este año ya supera los mil 14,5 millones de dólares. Se estima que este instrumento también estimulará una mayor diversificación de la canasta exportadora chilena a China.
Además de liberalizar el comercio bilateral, un TLC contribuirá a transparentar los mercados y permitirá acordar mecanismos más eficaces que faciliten la corrección de las distorsiones que puedan existir en el comercio bilateral.
