Luis Alberto Moreno
WASHINGTON.- El embajador de Colombia ante la Casa Blanca, Luis Alberto Moreno, fue el elegido hoy para dirigir la nueva etapa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que se abre en octubre con la marcha definitiva del veterano Enrique Iglesias.
"Hubo una sola votación, no fue unánime pero consiguió una mayoría absoluta", dijeron fuentes de la institución financiera que en los últimos 17 años ha estado presidida por el español de nacimiento y uruguayo de nacionalidad Enrique Iglesias.
A partir de octubre y por un periodo de cinco años, Moreno será el máximo responsable de las operaciones del Grupo BID, formado no sólo por el Banco, sino también por la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) y el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN).
"Es un honor muy grande para mí(...)y para Colombia", declaró el elegido poco después de que concluyera la reunión de los Gobernadores del Banco, celebrada en el Auditorio Andrés Bello de la sede central de la institución, en pleno centro de la capital estadounidense.
A las puertas del edificio, Moreno aprovechó la ocasión para agradecer los apoyos que recibió, entre los que se incluye el de EE.UU., país clave en el BID, ya que cuenta con el 30% del capital del Banco.
También se refirió a las críticas de quienes le reprochan su falta de preparación económica para este puesto y aseguró que, aunque no es economista de formación, sí tiene una "vasta experiencia2 como ex ministro de Colombia, en el sector privado y en la diplomacia.
El actual embajador colombiano ante la Casa Blanca competía por el puesto con el vicepresidente del BID, el brasileño Joao Sayad, el el ministro de Economía de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, el ex ministro de Economía venezolano José Alejandro Rojas y el presidente del Banco Central de Nicaragua, Mario Alonso.
Su elección fue "muy rápida", mucho más de lo que pronosticaban los analistas políticos, según fuentes del BID, que no precisaron cuál fue exactamente el nivel de apoyo que logró.
Fuentes diplomáticas explicaron que los candidatos de Nicaragua y Venezuela se retiraron antes de la primera votación, con lo que se repartieron los apoyos que habían conseguido reunir en Centroamérica y el Caribe.
Moreno logró imponerse con la doble mayoría -de países y de capital- que se requería, según la información que ha trascendido de la reunión. El BID no ha facilitado datos oficiales al respecto.
Por lo que se refiere a la mayoría de países, el embajador colombiano puede haber logrado el respaldo de 20 de los 28 países de las Américas (los 26 prestatarios más EE.UU. y Canadá).
Por poder de voto o participaciones, se afirma que consiguió un 50,6% del capital.
Sea cual fuera el resultado, el diplomático y ex ministro de Desarrollo Económico colombiano Luis Alberto Moreno ha sido el elegido para convertirse en el cuarto presidente del BID.
Los anteriores fueron el chileno Felipe Herrera (1960-1971), el mexicano Antonio Ortiz Mena (1971-1987) y Enrique Iglesias, de Uruguay, quien ejerció el cargo desde 1988 y su mandato fue renovado en tres oportunidades.
El Banco, creado en 1959 para impulsar el desarrollo económico y social de la región, se ha convertido en la organización de desarrollo regional más grande y antigua, y la principal fuente de financiación multilateral de América Latina y el Caribe.
Moreno ya adelantó que llega a la presidencia con muchos retos por delante que "tienen que ver con temas sociales, pobreza, las metas del milenio, los temas del sector privado y los de infraestructura crítica".
También ha dejado claro que es muy consciente de que será el sucesor de Enrique Iglesias, el hombre que, según Moreno, "le dio al BID el tamaño y la relevancia que tiene".
El propio Iglesias se incorporó a la reunión extraordinaria de hoy, pese a que no tenía obligación de hacerlo, de acuerdo con los reglamentos del Banco.
Los Gobernadores -ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales que representan a los 47 países miembros del BID- le rindieron un último homenaje antes de que abandone la institución.
El próximo destino de Iglesias es ser el primer titular de la nueva Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), un organismo con sede en Madrid, vinculado a las Cumbres anuales de jefes de estado y de Gobierno de América Latina, España y Portugal.
