SANTIAGO.- El peso chileno ha sacado músculos frente al dólar y, a pesar de las caras largas entre muchos exportadores, provocaría sonrisas entre las firmas eléctricas, de telecomunicaciones y minoristas que tienen deudas en dólares.
La expectativa de un alza en las tasas de interés -para mantener saludable el fuerte crecimiento de la demanda interna- y un masivo ingreso de dólares al país por el elevado precio del cobre han llevado al peso a tocar sus máximos en cinco años, lo que podría tener su impacto en los resultados corporativos en la segunda mitad del 2005.
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