BEIJING.- Las perspectivas económicas de China son muy favorables y el riesgo principal es que la actividad doméstica se acelere aún más, dijo el jueves el Banco Mundial.
En su último informe trimestral, el banco pronosticó que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de China llegará a 9,3 por ciento este año y será de 8,7 por ciento en el 2006, con una inflación promedio de los precios al consumidor de 2,0 por ciento en ambos años.
"Los recientes acontecimientos refuerzan el argumento para proyectar un aterrizaje muy suave", dijo el reporte. En particular, elogió el repunte de la demanda doméstica, que representó un 75 por ciento del crecimiento del tercer trimestre comparado con 40 por ciento en el primer semestre.
Un posible debilitamiento de la economía estadounidense junto con los altos precios del petróleo y las materias primas implican que, a nivel internacional, el riesgo para China es una disminución de la expansión.
Pero los riesgos domésticos apuntan hacia arriba, incluida la posibilidad de un gasto mayor de lo esperado por parte de las familias de cara al rápido incremento de los ingresos, que en el primer semestre del 2005 eran un 17 por ciento más altos que en el mismo período del año pasado.
"El riesgo de que un ajuste de los beneficios desate una desaceleración pronunciada de la inversión y una desaceleración económica más amplia parece pequeño", agregó el banco.
La entidad destacó el "ambiente macroeconómico estable, el crecimiento potencial subyacente y las condiciones financieras favorables".
Una amenaza importante es que los funcionarios no logren controlar la inversión en las industrias que enfrentan un exceso de capacidad potencial.
"Como las empresas a veces están más orientadas a la participación de mercado que a los beneficios, existe un riesgo de presiones adicionales sobre los precios, de problemas en los balances corporativos y de una nueva oleada de préstamos en mora", dijo el banco.
Este peligro se amplifica por una acumulación de efectivo en el sistema bancario, que podría convertirse en nuevos préstamos e inversiones. Esto necesita "un monitoreo cuidadoso, y quizá, medidas correctivas", dijo el Banco Mundial.
