FRANKFURT.- El Banco Central Europeo (BCE) subrayó hoy en su boletín de octubre que los datos más recientes confirman un debilitamiento de la actividad económica en la zona del euro, con una caída de la demanda interna y unas condiciones de financiación más restrictivas.
El guardián del euro hizo hincapié en el nivel "extraordinariamente elevado de incertidumbre" derivado de la reciente intensificación de las perturbaciones en los mercados financieros y en ese contexto incidió en "la importancia crucial" de mantener las expectativas de inflación "firmemente ancladas en niveles compatibles con su objetivo de estabilidad de precios".
Además, en su informe el BCE admitió la posibilidad de que las tasas de inflación interanual se mantengan muy por encima de los niveles compatibles con la estabilidad de precios "durante algún tiempo" y que se moderen gradualmente durante 2009.
Como en su última sesión ordinaria el 2 de octubre en Fráncfort, en la que dejó invariable la principal tasa de interés para la zona euro en el 4,25 por ciento, el consejo de gobierno del BCE reiteró que en el entorno de debilitamiento de la demanda, los riesgos al alza para la estabilidad de precios "se han reducido ligeramente, pero no han desaparecido".
"Aunque el ritmo aún vigoroso de la expansión monetaria subyacente apunta a riesgos al alza para la estabilidad de precios a medio plazo, el crecimiento de los agregados monetarios amplios y de los agregados crediticios muestra nuevamente signos de moderación", se señala en el boletín de este mes.
El consejo de gobierno del BCE recalcó también su "enorme preocupación por que la aparición de efectos generalizados de segunda vuelta en la fijación de precios y salarios pudiera intensificar significativamente las presiones inflacionistas" y pidió por ello responsabilidad a todas las partes involucradas.
Como de costumbre, el BCE insistió en su determinación por garantizar la estabilidad de precios a medio plazo y aseguró que continuará realizando "un seguimiento muy atento de todos los factores" en las próximas semanas.
Según la autoridad de Fráncfort, la disminución de los precios del petróleo desde el máximo registrado en julio y el crecimiento continuado de economías emergentes podría apoyar una recuperación gradual durante 2009.
Sin embargo, advirtió que las perspectivas económicas están sujetas a riesgos a la baja intensificados, que se derivan principalmente de un escenario en el que la persistencia de las tensiones en los mercados financieros "tiene una incidencia sobre la economía real más negativa de lo previsto actualmente".
El BCE citó además otros riesgos a la baja, como la posibilidad de nuevos aumentos de los precios "altamente volátiles" de la energía y de los alimentos, de una evolución desordenada como consecuencia de los desequilibrios mundiales y de una intensificación de las presiones proteccionistas.
El miércoles, en un intento mundial por contrarrestar el caos en los mercados financieros internacionales, el BCE, la Reserva Federal estadounidense (Fed), y los bancos centrales del Reino Unido, Suecia, Suiza y Canadá acordaron por primera vez en la historia bajar simultánemente su tasa principal de interés en medio punto.
Con ello, la tasa líder para los países de la moneda única europea quedó en el 3,75 por ciento.