SEUL.- Los mercados bursátiles de la región Asia-Pacífico abrieron este lunes con tendencia al alza, como reacción a las recientes medidas internacionales contra la crisis financiera, pero a lo largo de la jornada cedieron un tanto en sus ganancias.
La Bolsa de Valores de Tokio permanece cerrada este lunes por ser feriado nacional en Japón. El índice ASX-200 del mercado australiano sumó por momentos más del seis por ciento. Alrededor del mediodía, este indicador se situaba en los 4.101 puntos, un 3,5 por ciento más que el viernes, cuando perdió un 8,3 por ciento.
El Kospi de Corea del Sur llegó por momentos a sumar un 2,5 por ciento, pero al mediodía había ganado un 1,4 por ciento en relación a la última jornada bursátil, para situarse en los 1.259 puntos.
El Straits Times de Singapur comenzó la jornada con importantes ganancias pero luego cedió, conservando al mediodía un aumento de apenas el 0,5 por ciento respecto al viernes y ubicándose en los 1.959 puntos.
El índice Hang Seng de Hong Kong perdió rápidamente las ganancias del 2 por ciento que había conseguido pro la mañana y en horas del mediodía se mantenía prácticamente sin cambios, en 14.819 unidades.Los ganadores fueron especialmente bancos.
El Banco Nacional de Australia y el ANZ subieron en Sydney casi un 10 por ciento. Los mercados de Asia-Pacífico son el primer indicador de la reacción de los inversores a las medidas acordadas en los últimos días.
Los jefes de Estado y de gobierno de los 15 países que forman la zona euro decidieron el domingo ampliar los programas de ayuda a todo el sistema bancario, y para ello acordaron medidas específicas para el apoyo nacional a las entidades financieras.
La resolución aprobada por el grupo conformará el marco dentro del cual cada uno de los países miembro podrá adoptar medidas individuales.
El viernes, los siete países más industrializados del mundo (G7) acordaron por su parte en Washington líneas generales de acción común para combatir la crisis financiera.Estados Unidos, Gran Betala, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón se comprometieron a "usar todas las herramientas a su disposición" y a "tomar todos los pasos necesarios" para evitar que la crisis se extienda.