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Mandatarios iberoamericanos aprueban declaración de San Salvador sobre crisis mundial

Los Jefes de Estado consideraron que si bien la región está en buen pie para enfrentar el actual escenario económico, "no deben subestimarse sus potenciales efectos sobre el sector real de la economía, ni sobre la estabilidad política y social".

30 de Octubre de 2008 | 22:35 | AFP
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AP

SAN SALVADOR.- Los Mandatarios iberoamericanos aprobaron este jueves una declaración sobre la coyuntura económica internacional en la que piden evaluar la convocatoria urgente de una reunión de Jefes de Estado y de Gobierno, en el marco de Naciones Unidas.


La declaración contempla la realización de consultas "para evaluar la oportunidad de convocar con urgencia a una reunión de Mandatarios, en el marco de las Naciones Unidas ante la gravedad de la crisis financiera".


Los Gobernantes señalan en el documento que si bien la región está en mejores condiciones para hacer frente a la crisis, "no deben subestimarse sus potenciales efectos sobre el sector real de la economía, ni sobre la  estabilidad política y social de la región".


Asimismo, "reafirmaron su compromiso de tomar las medidas necesarias para proteger el empleo y la inversión, garantizar la disponibilidad de financiamiento para las actividades productivas e impulsar políticas sociales  que beneficien en particular a los sectores más vulnerables".


También recordaron la "responsabilidad" del sistema financiero de los países desarrollados en la actual crisis y al mismo tiempo coincidieron en la importancia de que la comunidad iberoamericana "participe activamente en la determinación de la respuesta internacional" a la misma.


Los iberoamericanos están "determinados a participar y contribuir activamente en un proceso de transformación profunda y amplia de la arquitectura financiera internacional", que contemple instrumentos de prevención y respuesta inmediata ante futuras crisis y garantice una regulación eficaz de los mercados internacionales.


Destacaron asimismo la importancia de la "participación universal, democrática y equitativa", en el debate y solución de la actual crisis financiera internacional.


Por último, urgieron a alcanzar una "conclusión satisfactoria y equilibrada" para la negociaciones multilaterales de la Ronda de Doha, para la liberalización del comercio agrícola mundial y acordaron coordinar posiciones ante la próxima Conferencia, también en el marco de la citada ronda, sobre Financiación para el Desarrollo.

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