Sólo el 48 de quienes fueron víctimas de un delito y/o falta en el período comprendido por la encuesta presentó al menos una denuncia.
Cristián Carvallo, El MercurioSANTIAGO.- Persiste el alto nivel de actividad delictual que afecta a los establecimientos comerciales del país. Así se desprende de la Encuesta de Victimización del Comercio, donde un 46% del total de comerciantes encuestados reconoció haber sido víctima de algún delito y/o falta en el segundo semestre de 2009.
La investigación ratificó que la comisión de delitos en contra del comercio establecido se incrementa notoriamente si en torno a él existe actividad de comercio ilegal.
Carlos Eugenio Jorquiera, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, señaló que este 46% de comerciantes que han sufrido delitos y/o faltas –prácticamente 1 de cada 2- es una clara demostración de que el comercio sigue siendo victimizado, y que el avance respecto de las mediciones anteriores existe, pero aún es muy insuficiente.
Más aún, indicó que lo recogido en las sucesivas muestras da cuenta de una cierta permisividad respecto de los delitos contra el comercio, lo que se refleja, por ejemplo, en que el hurto hormiga prácticamente no tiene penas. Agregó que se echa de menos una mayor sanción social por la ocurrencia de estos delitos, cuyo costo de denuncia e investigación supera en muchos casos el valor de lo hurtado, lo que obliga al comercio a incurrir en importantes costos de seguridad –rejas, alarmas, cámaras- que sin embargo no logran ser efectivas.
Sólo el 48% de quienes fueron víctimas de un delito y/o falta en el período comprendido por la encuesta presentó al menos una denuncia, lo que es algo superior a lo observado en el primer semestre de 2009 (46%). De ellos, el 70% señaló no haber tenido los resultados esperados al momento de presentar la denuncia.
Al igual que en las encuestas anteriores, la principal razón que tuvieron quienes no denunciaron el delito y/o falta sufrido fue "falta de confianza en la efectividad de la denuncia", seguida por "ausencia de pruebas y de testigos" y por el bajo monto involucrado en los incidentes.
Asimismo, respecto a los efectos de los delitos, el mayor impacto continúa siendo "la baja en la moral de los trabajadores", que es transversal en los distintos tipos de negocio, pero más significativa en el comercio de menor tamaño.
En "Otros comercios", donde se incluyen las bombas de bencina, compra y venta de automóviles y empresas de logística, este efecto se iguala con el "aumento de costos en seguros", mientras que en Hoteles y restaurantes, también es relevante el daño a la imagen del negocio.
Cabe hacer notar que previo al delito de que fueron víctimas, el 80% de los establecimientos afectados contaban con medidas de seguridad. Entre las principales protecciones implementadas en el comercio destacan alarmas, rejas, monitoreo de alarmas y cámaras de seguridad.