Permiso de circulación: 15% crece la recaudación por patentes en cinco años

SANTIAGO.- ¿Por qué una Citroneta del año 69 paga menos patente que un Ferrari del año, si el primero contamina más? o ¿por qué el municipio donde paga su permiso nunca ha arreglado los hoyos en las calles? Tal vez muchos se hagan esta pregunta al momento de pagar el permiso de circulación que ya comienza a atormentar a los automovilistas.

Las respuestas son simples, la patente no es un impuesto que grava la contaminación que produce un auto ni tampoco tiene nada que ver con el mejoramiento de la infraestructura vial.

El permiso es un gravamen que recaudan los municipios, del cual el 37,5% se queda en la comuna que lo vendió y el resto se va al Fondo Común Municipal (FCM) que luego se reparte entre las comunas más necesitadas de todo el país. Pero ninguna de las alcaldías está obligada a destinarlo con fines viales.

Cómo se determina el valor de la patente
El cálculo de cuánto paga cada vehículo no es antojadizo. Por el contrario, la fórmula está normada por ley.

El monto que se paga depende directamente del valor del vehículo. Los autos más caros, tasados en más de $14.627.600 (400 UTM), pagan por permiso, el 4,5% del costo del auto. El mínimo a pagar son $18.284 (media UTM).

Los valores de las patentes que debe pagar cada auto se pueden revisar en la página web del Servicio de Impuestos Internos: www.sii.cl

Sube la recaudación
Si en 2006, los municipios recaudaron $168 mil millones, para este año la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM), estima recaudar $190 mil millones (US$ 356 millones).

En cinco años la cifra total ha crecido 15%.

Eso sí, aunque todos los años se renueva el parque automotor, esto no ha significado que históricamente todos los años el monto que venden las municipalidades por permisos de circulación haya ido en aumento. Por ejemplo, en 1999, 2000 y 2004, ésta cifra cayó en términos reales.

Municipalidad de Ollagüe sólo recibe 28 patentes al año
Más de 87 mil patentes diferencian a los municipios que más y menos permisos de circulación reciben anualmente. Según datos de la ACHM, mientras Las Condes obtiene pagos por 87.668 patentes, la comuna de Ollagüe (en Antofagasta) recibe sólo 28 al año.

Siguiendo el ranking de las alcaldías en las que menos se renuevan permisos de circulación, está Lago Verde (en Aysén), con 74 patentes, y Alto Bío Bío, con 188. Entre las que más patentes reciben, también están Vitacura, con 81.237, y Providencia, con 79.700 permisos. El parque automotor actual es de 3.023.050 vehículos, de los cuales 1.291.838 permisos se sacan en la Región Metropolitana, donde el 80% es en Santiago.

Contraloría prohíbe los regalos y promociones
Los permisos de circulación representan el mayor ingreso de las municipalidades, por eso la competencia por captar patentes muchas veces está reñida con lo que establece la normativa. Por lo que, aunque los regalos por sacar patentes son una práctica común, este año los automovilistas deberán decirles adiós a las revistas, las pelotas e incluso al kilo de manzanas que entregó la municipalidad de Olivar o los estacionamientos gratis de Zapallar.

La Contraloría General de la República establece que las comunas están impedidas de realizar campañas publicitarias y ofrecer beneficios para captar "clientes". También prohíbe vender patentes en otras comunas, ya sea con locales establecidos o con puerta a puerta, y tampoco vender seguros obligatorios. Hoy, La Ligua y Zapallar tienen sumarios por haber vendido sus permisos en Santiago.

No se usa para incentivar conductas
Mientras en Chile el auto más moderno y caro paga más permiso de circulación, en Japón pasa todo lo contrario. En ese país gravan con mayores impuestos a los autos más antiguos, ya que parten del supuesto de que éstos contaminan más que uno nuevo del año.

Un modelo similar al nipón es el que tienen en Inglaterra, donde el cobro de la patente está asociado al tamaño del motor y a cuánta contaminación genera. Con esto se incentiva el uso de autos más pequeños, para así descongestionar las vías. Por otro lado, como el que contamina menos paga menos permiso de circulación, los autos eléctricos quedan inmediatamente eximidos del pago.

Otro de los sistemas ejemplares en el mundo es el de Singapur. En ese país, hace más de tres décadas que existe un sistema en el cual cada auto paga según cuánto circula, en qué horario y por dónde.

Todos estos ejemplos han hecho que los expertos pidan cambios urgentes al sistema chileno. La idea es que el pago del permiso de circulación sea un incentivo a la descontaminación, la seguridad o al descongestionamiento de la ciudad.

Las patentes de los autos más caros bajan su valor más rápido que las de los más baratos
No es que quienes conducen un Mercedes Benz paguen menos por su permiso de circulación que los que andan en una citroneta, pero sí se habla de lo que cae anualmente el valor de una patente; quienes compran autos más caros ven caer el valor de su permiso más rápido que quienes optan por los más baratos.

Mientras el valor de la patente de un Mercedes Benz E320 CDI del 2008 que está tasado por el Servicio de Impuestos Internos (SII) en más de $24 millones baja 9,4% anualmente, la de un Fiat 147 del año 1985, tasado en $500 mil, cae 4,4% al año.

Así lo informó el SII donde aclararon que los vehículos de mayor valor se deprecian más y por eso también lo hacen sus patentes. Agregaron que la depreciación promedio es de 6,7%.

Modelos como el Subaru Impreza de 2006 y el Toyota Yaris de 2008 ven bajar su patente 7,5% y el Chevrolet Corsa y Volkswagen Golf de 2004 en 6,1%.

¿Por qué se paga tag y permiso de circulación?
La patente es un impuesto que deben pagar anualmente autos, motos y vehículos de carga y pasajeros para poder circular legalmente por las calles, es decir, el conductor paga para poder utilizar su auto y no para poder usar la calle o carretera; de hecho, si el auto queda estacionado podría no pagar.

Es por eso que aunque algunos hayan soñado con pagar menos patente ahora que cancelan el tag en las autopistas urbanas y nuevos peajes en carreteras concesionadas, sus sueños no se harán realidad.

Tanto los tag como los peajes sí si se pagan para poder circular por las autopistas.

Lo mismo ocurre con el impuesto específico a las gasolinas, que fue creado para financiar el mantenimiento y construcción de las carreteras