Basados en las políticas actuales y probables, estos ratios en las economías avanzadas subirían otros 20 puntos porcentuales a un 110 para el 2015, estimó el FMI.
EFEWASHINGTON.-El Fondo Monetario Internacional en su "Monitor Fiscal", un informe que comenzó a realizar el año pasado, anunció que si no se reduce la deuda de los gobiernos, el crecimiento potencial en los países ricos podría caer más de un 0,5% anual.
Para revertir la situación, las economías industrializadas deberán revertir sus déficits, que ahora promedian el 4,9% a un superávit promedio del 3,8% para el 2020.
Eso requerirá una mezcla de recortes en el gasto e incrementos impositivos, medidas que no son populares, reconoció el FMI.
Pero los problemas de deuda en Europa, que pusieron a Grecia al borde del colapso y obligaron a las autoridades del continente a lanzar un plan de rescate por un billón de dólares, mostraron que si los Gobiernos no logran actuar, los mercados financieros pueden forzarlos a tomar medidas, señaló el Fondo.
La mayoría de las economías avanzadas todavía sienten los efectos de la recesión más profunda desde la Segunda Guerra Mundial, en un contexto de alto desempleo y bajas recaudaciones impositivas.
"Estoy convencido de que hay mucho que pueden hacer los países para fortalecer la confianza en la sustentabilidad fiscal a largo plazo sin debilitar las perspectivas de crecimiento", dijo el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn.
La incertidumbre por las altas deudas de los gobiernos europeos ha llevado al alza los rendimientos de varios países de la región como Portugal, España e Irlanda, además de Grecia.
A lo largo de los países del Grupo de los Siete, la relación deuda-Producto Interno Bruto está creciendo a niveles que exceden los vistos tras la Segunda Guerra Mundial, recordó el Fondo.
Basados en las políticas actuales y probables, estos ratios en las economías avanzadas subirían otros 20 puntos porcentuales a un 110% para el 2015, estimó el FMI. Antes del estallido de la crisis financiera en el 2007, estos niveles rondaban el 60 por ciento del PIB.
Para muchos países ricos, entre ellos Estados Unidos y Japón, el envejecimiento de sus poblaciones pondrá incluso más presión sobre las finanzas en los próximos años, advirtió el Fondo.