El jefe de gobierno español defiende una reforma impopular, que debe realizarse en un escenario de crisis.
EFE
MADRID.- El presidente del gobierno español, José Luis Rodriguez Zapatero, defendió este sábado en una conferencia de prensa su proyecto de reforma laboral rechazada por los dos principales sindicatos españoles, que amenazan con convocar a una huelga general si prospera el texto.
"La reforma es substancial y equilibrada, porque mantiene la red de derechos de los trabajadores y favorece las expectativas de aquellos trabajadores que tienen un empleo precario", estimó Zapatero al responder preguntas de periodistas en una rueda de prensa conjunta con Mahmud Abas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina.
El gobierno socialista presentó el viernes a los actores sociales el proyecto de reforma que debería ser aprobado el miércoles 16 de junio en el Consejo de Ministros, tras fracasar las largas negociaciones entre sindicatos y patronato.
"El documento del gobierno es un documento muy elaborado (...) y que afronta los cambios más importantes que necesita nuestro mercado laboral", explicó Zapatero este sábado destacando que la reforma favorecería "la estabilidad en el empleo" y la "flexibilidad en la empresa".
Los responsables de los dos principales sindicatos españoles, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), que suman juntos unos dos millones de afiliados, reiteraron la amenaza de convocar a una huelga general si el proyecto de reforma, considerado como nefasto por los asalariados, no se modifica.
Este texto "lesiona los derechos de los trabajadores", criticó un responsable de la UGT, Toni Ferrer.
La principal organización patronal española, la CEOE, se mostró por su parte crítica al respecto en un comunicado, pero por razones totalmente opuestas a las de los sindicatos. La reforma no permite una "disminución real" de los costos por despido y no contribuirá a "crear nuevos empleos", aseguran.
La reforma, que demandan el Fondo Monetario Internacional (FMI), los empresarios y numerosos economistas, pretende fomentar el empleo en un momento en que en España está desocupada en más del 20% de su población activa, el doble que en la Eurozona y la tasa más alta de los países del euro.
Estipula además que las indemnizaciones por despido sean más baratas, que se adopte la medida alemana de reducción de la jornada laboral y el sueldo en tiempos de crisis, así como el modelo austriaco de creación de un fondo por parte de las empresas del que saldrán las indemnizaciones, según varios medios españoles.
El gobierno no posee una mayoría absoluta en el Parlamento y deberá tejer alianzas parlamentarias para que esta reforma sea aprobada por los diputados tras la adopción en el Consejo de Ministros este miércoles.
