TORONTO.- Cerca de 600 personas fueron arrestadas durante las violentas protestas contra las cumbres del G8 y G20 este fin de semana en Canadá, donde la policía debió usar gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a la turba.
En la noche del sábado, tras las manifestaciones en las que al menos dos radiopatrullas fueron incendiados, numerosos jóvenes fueron detenidos y esposados en plena calle.
Toronto, la mayor ciudad de Canadá, amaneció en ascuas después de una jornada de violencia que hizo que los locales comerciales, en su mayoría, cerraran sus puertas hasta el lunes.
Las autoridades clausuraron el metro durante la noche, mientras que hoteles y hospitales cerraron sus puertas al tiempo que los disturbios se multiplicaban en las calles.
Los choques entre manifestantes y las fuerzas antidisturbios dejaron 224 detenidos sólo el domingo.
También las alcantarillas fueron selladas luego que varios manifestantes salieran de una de ellas dentro del perímetro vallado. Las autoridades informaron que cuatro sujetos fueron arrestados en el lugar.
"Nunca vimos este nivel de criminalidad sin sentido en nuestras calles", dijo el jefe de la policía de Toronto, Bill Blair, cuyo contingente siguió muy presente el domingo en el centro de la ciudad.
Por su parte el portavoz del equipo integrado de seguridad, Gillian Van Acker, detalló que numerosos manifestantes ya fueron acusados formalmente, pero no dio cifras precisas.
"La libertad de expresión es la base de nuestra democracia", afirmó a su turno Dimitri Soudas, vocero del Primer Ministro, Stephen Harper, pero denunció a "un puñado de delincuentes que escogieron la violencia para expresar de forma aparente sus divergencias con los dirigentes del G20".
David Martin, coordinador de la campaña sobre cambio climático de Greenpeace, aseguró por su parte que los grupos detrás de la violencia no tienen "ni base ni credibilidad". "No soy un pacifista. Apoyo la desobediencia civil, pero no para este tipo de violencia disparatada", puntualizó.