LONDRES.- El cobre se desplomó el jueves pues crecía la aversión al riesgo tras unos datos manufactureros débiles de China que incrementaron los temores de que pudiera estar frenándose la recuperación económica global, golpeando a las acciones globales.
El metal rojo cerró con una baja de 2,47% al transarse en US$ 2,88213 la libra contado "grado A", el que se compara con los US$ 2,95516 del miércoles y con los US$ 2,98691 del martes.
Producto de lo anterior, el promedio del mes es US$ 2,88213, mientras que el anual bajó a US$ 3,23135.
Por su parte, la cotización futuro-3 meses finalizó en US$ 2,89800 la libra, con una variación de -2,33 % con respecto al miércoles (US$ 2,96718).
En la LME, los stocks disminuyeron en 1.675 toneladas métricas, a 449.425. En lo que va del año acumulan una caída de 52.900 TM (-10,53 %).
Las acciones globales, vistas como un indicador adelantado del crecimiento económico real a futuro, bajaban en Asia y Europa después de que unos datos manufactureros mostraron que se modera el rápido ritmo de expansión económica de China, incrementando los temores de una recaída en la recesión.
"China es una referencia fácil pero en general, los datos económicos de todo el mundo han sido levemente decepcionantes. Nuestra visión no es de una recaída, pero claramente los factores (como para que ocurra) existen", dijo Stephen Briggs, analista de BNP Paribas.
El índice oficial de gerentes de compras de China, un indicador conocido como PMI por sus siglas en inglés, bajó a 52,1 en junio desde 53,9 en mayo, afectado por las medidas gubernamentales para enfriar el mercado de propiedades y restringir el crédito bancario.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística, la caída del PMI oficial también reflejó un panorama malo para las exportaciones, ante los temores por la deuda que persisten en la zona euro y la reciente abolición de algunas devoluciones impositivas a las exportaciones en China.
Otro factor que pesaba sobre la confianza fue que Moody’s Investors Service dijo que podría rebajar las calificaciones de España, justo cuando disminuía el temor sobre cómo responderían los bancos al pago de grandes préstamos al Banco Central Europeo.
En tanto, la actividad manufacturera en la zona euro se moderó en junio a su tasa de crecimiento más floja en cuatro meses.