LONDRES.- El cobre repuntaba el viernes pues se mantenía el tono débil del dólar, pero se preveía que el nerviosismo sobre el crecimiento económico global y la demanda mantuviera los precios limitados.
El metal rojo cerró con un alza de 1,20% en la Bolsa de Metales de Londres (LME), al transarse en US$ 2,91683 la libra contado "grado A", el que se compara con los US$ 2,88213 del jueves y con los US$ 2,95516 del miércoles.
Producto de lo anterior, el promedio del mes subió a US$ 2,89948, mientras que el anual bajó a US$ 3,22886.
Por su parte, la cotización futuro-3 meses finalizó en US$ 2,93928 la libra, con una variación de +1,42% con respecto al jueves (US$ 2,89800).
En la LME, los stocks disminuyeron en 2.125 toneladas métricas, a 447.300. En lo que va del año acumulan una caída de 55.025 TM ( -10,95
El dólar oscilaba cerca de los mínimos en cinco semanas contra el euro ya que los mercados cambiarios incorporaban en los precios una serie de datos económicos inferiores a lo previsto, lo que hacía más baratos los metales para los tenedores de otras unidades.
Debajo de la última ola de ventas en los mercados de metales industriales subyace un conjunto de lecturas del sector manufacturero de Estados Unidos y China que no alcanzaron las expectativas.
"No ha cambiado nada fundamental, hay mucha incertidumbre económica, continúa la presión a la baja", dijo Stephen Briggs, analista de BNP Paribas.
La actividad manufacturera de la zona euro se desaceleró en junio a su ritmo de expansión más flojo en cuatro meses aunque no fue revisada desde la estimación de un sondeo hace algo más de una semana.
Otro factor que pesaba sobre los metales era la noticia de que Australia puso fin a una dañina disputa con las mineras globales, al descartar su impuesto a las ganancias extraordinarias por un tributo a la renta de los recursos, más bajo, que sí cuenta con el apoyo del sector privado.
Como resultado, la suiza Xstrata reactivó proyectos de minería de cobre y exploración en Australia por unos 600 millones de dólares australianos.
"No es un número grande en sí mismo pero si le siguen otros, sí implica un mayor suministro más adelante", dijo un operador de metales.
No obstante, sostuvo que la existencia en los depósitos de la LME seguían bajando, lo que ayudaría a reforzar la percepción en el mercado de metales.