BUDAPEST.- Hungría no quiere introducir más medidas de ahorro y aprobará un impuesto bancario pese a la oposición del Fondo Monetario Internacional (FMI), anunció hoy, lunes, el ministro de Economía del país, Gyrgy Matolcsy.
A causa del desacuerdo quedaron suspendidas el fin de semana las conversaciones entre Hungría, el FMI y la Unión Europea (UE). Matolcsy subrayó que el diálogo no fracasó, sino que se saldó "sin resultados".
En las negociaciones se trató el pago de parte de un préstamo de emergencia aprobado a fines de 2008 por el FMI a Hungría por valor de 20.000 millones de euros y que depende de la política presupuestaria del país.
Para entregar los fondos restantes el FMI exige que Hungría reduzca al 3,8 por ciento del PIB su déficit público este año y al 3,0 por ciento en 2011.
Matolcsy aseguró que no habrá más recortes y que por tanto se hace necesario introducir el impuesto a la banca.
El gobierno de centro-derecha del Primer Ministro Viktor Orbán asumió en mayo pasado, tras una victoria sobre los socialistas, que estuvieron ocho años en el poder.