ATENAS.- Grecia espera que los inspectores del FMI y la UE autoricen el desembolso de 9.000 millones de euros de un paquete de rescate, una vez que al término de una visita el jueves aprueben la marcha de las reformas exigidas al país para salir de la crisis fiscal.
Pero el nuevo desembolso de ayuda, que se entregaría el próximo mes, podría estar acompañado de llamados para acelerar las reformas en el sector energético y el programa de privatización del Gobierno, dijeron funcionarios y medios locales.
Denominado la "troika", el equipo compuesto por el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo está evaluando los progresos de Grecia en la reducción del déficit y en la implementación de reformas al mercado laboral, entre otras, antes de la entrega de la segunda parte del rescate por un total de 110.000 millones de dólares.
"Hasta el momento, parece que estamos cumpliendo nuestras metas y respondiendo a nuestras obligaciones más rápido que las metas originales", dijo el ministro de Trabajo Andreas Loverdos a reporteros el miércoles. "Esto es lo que la troika verificó durante nuestra reunión", agregó.
Se espera que la delegación presente los resultados de su visita durante una conferencia de prensa el jueves.
Funcionarios de Gobierno dijeron que esperaban que el equipo internacional realizara un balance positivo sobre los recortes de gastos estatales, que superaron las metas y que podrían compensar el hecho de que la recaudación haya sido menor de lo esperada.
Además, se comprometieron a redoblar sus esfuerzos para combatir la evasión fiscal.
"Habrá referencias a la necesidad de liberalizar el mercado de la energía. Ellos están especialmente preocupados por la situación en los hospitales, gobiernos locales y compañías estatales debido a sus deudas", dijo un importante funcionario de Gobierno a Reuters pidiendo no ser identificado.
Los medios griegos reportaron que la misión también había pedido a Grecia vender partes de la firma estatal de servicios públicos PPC y abordar el balance negativo del operador de trenes, dos entidades con fuertes sindicatos que ya se oponen a las reformas.
Los hospitales estatales, los municipios y las compañías del estado han creado constantemente agujeros en el presupuesto y el Gobierno está implementando mejores controles sobre estos, como la designación de administradores y contadores.
Atenas es optimista sobre su meta de reducir el déficit a un 8,1% del PIB este año desde el 13,6% del año pasado, tras recortar los salarios y aumentar los impuestos debido a una profunda crisis fiscal.
Grecia cayó en recesión por primera vez en 16 años en el 2009 y se espera que el PIB registre una contracción del 4% este año.