BERLÍN.- Los objetos vinculados al glamour están de nuevo de moda. Ya se trate de joyas, coches, diamantes, bolsos, champán o relojes, todos los fabricantes de artículos de lujo se han recuperado de lo peor de la recesión y registran ganancias tanto por la recuperación a nivel global como por la expansión de mercados en China.
Un buen ejemplo es la empresa de relojes suiza Swatch, que tuvo en el primer semestre un 54,4% de aumento de las ganancias netas con respecto al mismo periodo de 2009. Las ventas del grupo, que incluye marcas como Blancpain o Breguet, crecieron a su vez un 22% a US$ 2.900 millones.
Pese a la fortaleza del franco suizo, las exportaciones de relojes del país aumentaron un 19,7% en los primeros seis meses de 2010, según datos de la federación de relojeros suizos, pero los beneficios de Swatch no son un caso aislado, sino que va en línea con lo registrado por otras empresas como la italiana especializada en joyería Bulgari o la francesa Herms International, que duplicaron sus previsiones de ventas para todo el año tras registrar una subida del 27% en el segundo trimestre.
El mayor grupo de artículos de lujo del mundo, el francés LVMH, que cuenta entre sus marcas la de moda Givenchy, las maletas y bolsos de Louis Vuitton y el champán Dom Perignon, anunció el mes pasado un aumento de un 53% de sus beneficios semestrales a 1.050 millones de euros.
La división de bebidas de LVMH, que incluye la marca de champán Veuve Clicquot, creció un 21% en el semestre.
Otra empresa con buenos resultados fue la productora de diamantes De Beers, que reportó un 84% de aumento en las ventas de piedras en bruto, hasta los US$ 2.600 millones, sobre todo gracias a la demanda desde Asia.
Hace apenas un año, los productos de lujo batallaban por sobrevivir en medio de la peor crisis desde la Gran Recesión. Un buen ejemplo eran los fabricantes de coches de alta gama, que vieron desaparecer sus mercados clave en Europa y Estados Unidos.
Sin embargo, los resultados del segundo trimestre de empresas con modelos de lujo como BMW, Mercedes Benz y Audi muestran que el sector ha dejado atrás la crisis.
BMW tuvo ganancias netas en el segundo trimestre de 834 millones de euros (frente a 121 millones en el mismo periodo de 2009) gracias a la demanda de vehículos de lujo en Estados Unidos y China. Y en la misma tendencia se movieron las también alemanas Mercedes-Benz y Audi.
Daimler, matriz de Mercedes-Benz, anunció que aumenta sus previsiones de beneficio operativo para 2010, después de que el grupo aumentara un 19% sus ventas en el segundo trimestre, hasta los 342.000 vehículos, la mayor cifra de su historia.
Por ello, muchos de los fabricantes de artículos de lujo se muestran optimistas de cara a los próximos seis meses.
"Esperamos un resultado sólido para la segunda mitad de 2010 en términos tanto de ventas como de beneficio", indicó Swatch, que funciona aún como empresa familiar, en un comunicado.
Pero en vista de las preocupaciones por la posible ralentización del crecimiento económico global, otras empresas, como De Beers, fueron más cautas. "Miramos lo que queda de 2010 con precaución y optimismo moderado", comentó la firma.