ATENAS.- Los ingresos de Grecia por el turismo cayeron casi en un cuarto en dos años, según datos entregados por el banco central, debido a que las huelgas y las violentas protestas afectaron a un sector fundamental de una economía que ya se veía golpeada por la crisis global.
Cerca de un quinto de la producción económica de Grecia se basa en sus atractivas playas e imponentes monumentos, lo que hace que la salud del sector sea crucial para el país, que lucha por controlar su deuda en medio de la peor recesión en 36 años.
Los gastos de los visitantes extranjeros cayeron a 2.780 millones de euros en el primer semestre del año, anotando una baja del 11,9% en comparación con el año anterior y del 23,3% frente al 2008.
Los ingresos se vieron afectados particularmente en junio tras la muerte en mayo de tres empleados bancarios durante una protesta contra los ajustes fiscales, en momentos en que las huelgas casi diarias dejaban turistas varados en puertos y aeropuertos.
"Junio fue el peor mes de esta temporada de verano (boreal). Pagamos por las protestas de mayo, las muertes y la mala publicidad tras esta violencia", dijo George Drakopoulos, gerente general de la Asociación de Empresas de Turismo de Grecia.
Grecia tiene competencia de destinos vecinos más baratos como Turquía y Croacia.
Además, elevó su impuesto al valor agregado en cuatro puntos porcentuales a 23% este año, como parte de una serie de medidas de austeridad que buscan sacar al país de una crisis en la deuda que ha sacudido al euro y a los mercados a nivel global.
"Los turistas se vieron asustados por las huelgas y la violencia en Atenas y no viajaron", dijo Andreas Schuerle de DekaBank. "Grecia también es un país relativamente caro para el turismo y los incrementos de impuestos lo hicieron aún más", agregó.
Los líderes de la industria esperaban inicialmente que el sector tuviera un repunte este año frente al 2009 gracias a la debilidad del euro, pero el malestar social echó por tierra sus esperanzas.
El transporte marítimo, otro sector clave en Grecia, tuvo un mejor desempeño, con los ingresos creciendo un 14,8% en los primeros seis meses del año gracias a una recuperación en el comercio global.
El déficit de cuenta corriente del país se contrajo en un 16% interanual en junio a US$ 2.500 millones ayudado por el transporte marítimo, un repunte en las exportaciones y una ligera caída en las importaciones.