ONU advierte de manifestaciones en África y Medio Oriente por alza de alimentos

GINEBRA.- Los disturbios por los altos precios del pan en Mozambique y la escasez de alimentos en otras partes del mundo deberían ser una señal de aviso para que todos los Gobiernos estén cubiertos frente a problemas de seguridad alimentaria como los que surgieron hace dos años, advirtió hoy un experto de Naciones Unidas.

"Los donantes no han cumplido sus promesas", señaló Olivier De Schutter, relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación, durante una misión a Siria.

"La mayoría de los países pobres aun son altamente vulnerables. Siguen dependiendo para sus ingresos por exportaciones de un limitado rango de materias primas, y su seguridad alimentaria es excesivamente dependiente de las importaciones de alimentos cuyos precios son cada vez más altos y volátiles", sostuvo.

Casi 150 personas fueron arrestadas en Mozambique luego de disturbios por un aumento del 30 por ciento en el precio del pan, resultado del incremento de los valores internacionales del trigo.

En Egipto también hubo protestas por los precios de los alimentos y expertos han advertido que podrían verse otras manifestaciones en África y Oriente Medio.

De Schutter, resaltando que Siria también estaba afectada por una severa sequía, dijo que los crecientes precios de los alimentos y los combustibles afectan con mayor fuerza a los países más pobres, especialmente aquellos dependientes de las importaciones.

"Los aumentos en los precios son exacerbados por la especulación de operadores desregulados, y son transmitidos directamente a los hogares, los que a menudo gastan un 60 a 70 por ciento de sus ingresos en alimentos", aseguró.

Aunque la producción mundial de cereales en el 2010 debería igualmente ser la tercera mayor en la historia, temores sobre los futuros suministros han llevado a los precios del trigo a subir un 70 por ciento en los mercados internacionales desde el año pasado, según Naciones Unidas.

Gran parte del aumento ha estado vinculado a una sequía e incendios en Rusia, que había sido el tercer exportador mundial de trigo, y por la decisión del Gobierno de Moscú de extender una prohibición a la exportación de granos hasta fines del 2011.