El turismo se recupera de la crisis en América Latina: creció 4% en primer semestre

BUENOS AIRES. - Tras la caída registrada por la crisis mundial, el sector turístico espera cerrar 2010 en franca recuperación, con cerca del 4% de crecimiento global y superando la media en las Américas, dijo hoy en Buenos Aires Carlos Vogeler, director regional de la Organización Mundial de Turismo.

El directivo estimó los ingresos mundiales generados por el turismo en unos US$900.000 millones de dólares para 2010, con más de US$900 millones de llegadas de viajeros internacionales, cifra cercana al nivel récord de 2008, en una presentación ante el Congreso Internacional de Turismo, que sesiona en la capital argentina, organizado por la Cámara Argentina de Turismo (CAT).

En América del Sur se superó en el primer semestre de este año incluso en un cuatro por ciento las cifras de visitantes de 2008, acompañando la tendencia de los países emergentes, mientras que las regiones desarrolladas aún no terminaron de recuperarse tras la caída generalizada de 2009.

A la vez advirtió Vogeler que la fragilidad de la recuperación económica general y el alto endeudamiento de los Estados, que los obliga a medidas de ajuste fiscal, representan riesgos para la actividad turística, que muestra "debilidades notables" por su "grado de atomización y dispersión sectorial", así como en su capacidad de adaptación "a un escenario permanentemente cambiante".

Vogeler abogó por fuertes políticas públicas para el crecimiento del turismo, actividad que ya significa el cinco por ciento del PIB mundial y el siete por ciento del empleo. Destacó iniciativas como la baja de las tasas de aeropuerto, la exención de visados, la supresión del uso de pasaportes entre El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala y la coordinación de paquetes turísticos multidestino entre Puerto Rico y República Dominicana como medidas de estímulo frente a la crisis.

Entre los desafíos del sector subrayó la necesidad de proteger el empleo en el turismo y la de desarrollar la actividad en un marco de sustentabilidad medioambiental.

"Un sector turístico saludable requiere una biodiversidad saludable e intacta puesto que es el capital natural del turismo", dijo el director para las Américas de la OMT, quien consideró asimismo que es "un bien de valor inconmensurable para el sector, que mueve a viajar cada año a millones de personas."

La actividad turística, con 11,8 millones de personas empleadas en América Latina, ofrece particulares oportunidades a los sectores menos favorecidos por el mercado laboral: las mujeres, los jóvenes, los inmigrantes y la mano de obra menos calificada, resaltó Carlos Rodrigo Maldonado Campoverde, coordinador del programa Redturs de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El proyecto Redturs de la OIT promueve experiencias de turismo rural comunitario en 14 países de América Latina, con 229 destinos y 513 comunidades participantes. Gran parte de ellas, destacó Maldonado Campoverde en el congreso de la CAT, ofrecen servicios integrales, desde el alojamiento y la gastronomía, hasta la guía y la animación cultural.

Entre los emprendimientos comunitarios, el coordinador de Redtours mencionó el de cinco comunidades que se unieron bajo el nombre de "Runa Tupari" en el norte de Ecuador, en la región lacustre de Imbabura, la experiencia hondureña de "La Ruta Moskitia", las de las comunidades de la orilla peruana del Lago Titicaca, así como la de "Ruta Machalí", que reúne un criadero de alpacas, un refugio en la precordillera y un lugar termal en Chile.

"Son exitosos porque son productos diferenciados, lo que es un factor de competitividad en el turismo", señaló Maldonado Campoverde, queien añadió que "significan un aporte a la comunidad global, fortaleciendo la cohesión social de las comunidades y su reconocimiento externo."

El 41 por ciento de las comunidades involucradas se encuentran asentadas en áreas protegidas y otro 31 por ciento en su entorno. "Ellos han manejado por siglos los recursos naturales con criterios de sustentabilidad", dijo Maldonado Campoverde, lo que ha facilitado adoptar compromisos de preservación medioambiental en la gestión de los proyectos de turismo comunitario rural.