SEÚL.- El primer fabricante surcoreano de automóviles, Hyundai Motor, tuvo un beneficio neto de 1,35 billones de wones (867 millones de euros) en el tercer trimestre del año, un aumento del 38,2% respecto al mismo periodo del año anterior, informó hoy la compañía.
La multinacional surcoreana señaló que la ganancia neta, por encima de las expectativas del mercado, se debió a la buena marcha de sus negocios en EEUU, China y en Corea del Sur, mercado que domina junto con su filial Kia.
Las ventas en todo el mundo de Hyundai aumentaron un 9,2% hasta 8,85 billones de wones (5.687 millones de euros), lo que hizo que el beneficio operativo (por actividad ordinaria) mejorara un 28,1% y alcanzara los 751.800 millones de wones (483 millones de euros).
Pese a la crisis económica mundial que ha repercutido negativamente en el sector del motor, Hyundai ha conseguido sobreponerse a sus competidores y ha mantenido un fuerte ritmo de crecimiento apoyado en mercados emergentes y en Estados Unidos.
Modelos como el Sonata, Equus o Tucson han conseguido posicionarse en nichos que antes dominaban fabricantes japoneses como Toyota o europeos como Volkswagen, impulsado hasta ahora por una moneda local, el won, en niveles bajos.
No obstante, en el trimestre analizado Hyundai tuvo que lidiar con un won más fuerte, lo que por un lado permitió reducir los costes operativos de sus plantas en el extranjero, pero mermó sus beneficios una vez repatriados.
Entre julio y septiembre, Hyundai vendió 967.000 vehículos en todo el mundo, un aumento de sus ventas del 10% respecto al tercer trimestre de 2009.
Gracias a ese avance, Hyundai, quinto fabricante de automóviles mundial, expandió su cuota de mercado del 5,1% del trimestre inmediatamente anterior al 5,5%, informó en un comunicado.
Las principales regiones exportadoras para Hyundai siguen siendo Estados Unidos, África y Oriente Medio y Latinoamérica, mientras en Asia está consiguiendo aumentar su presencia en mercados importante como China e India.
En plena crisis económica, Hyundai ha apostado por posicionarse con modelos de gama media y compactos en mercados emergentes, al tiempo que sus vehículos de gama alta están superando a sus competidores en los países desarrollados.