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Santiago: Martes 23 de abril del 2024 | Actualizado 06:15
PARÍS.- El Banco Mundial (BM) anunció la congelación la ayuda financiera destinada a Costa de Marfil ante la negativa del presidente saliente, Laurent Gbagbo, a abandonar el poder, afirmó hoy en París el presidente de la entidad, Robert Zoellick.
"Ya lo hemos hecho", respondió Zoellick a la pregunta de los periodistas sobre los planes del BM referentes a la congelación de la ayuda al país africano, tras una entrevista que mantuvo con el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
Zoellick había pedido el pasado domingo a Gbagbo que entregara el poder a su oponente, el ex primer ministro Alassane Ouattara, reconocido por las organizaciones internacionales como el ganador de los comicios presidenciales del pasado 28 de noviembre.
El dirigente del BM se entrevistó hoy en París con Sarkozy para preparar la presidencia francesa del G20 y del G8.
A la salida del encuentro, los periodistas preguntaron a Zoellick por la situación de Costa de Marfil, ante las amenazas de sanciones al régimen de Gbagbo.
El presidente del BM hizo estas declaraciones en el Elíseo, donde horas antes Sarkozy había reunido a parte de su Gobierno par estudiar la situación de Costa de Marfil.
Al término del encuentro, el portavoz del Gobierno, François Baroin, recomendó a los franceses que residen en el país africano que lo abandonen de forma provisional y como medida preventiva ante las "fuentes de inquietud indiscutibles".
Francia había pedido a Gbagbo que entregara el poder a Ouattara antes del final de la pasada semana, bajo amenaza de sanciones contra él y su familia en el seno de la Unión Europea.
El presidente saliente rechazó anoche la injerencia de la comunidad internacional en los asuntos internos marfileños y reclamó el abandono del país de los cascos azules de la ONU y de los soldados franceses.
Tras proclamar su victoria, Gbagbo propuso la creación de un comité internacional que analice la situación y pidió la disolución del Gobierno alternativo formado por Ouattara.
El ex primer ministro, al que la comunidad internacional reconoce como vencedor de los comicios, hizo un llamamiento a la desobediencia civil a Gbagbo.
