SANTIAGO.- El Sernac reiteró que un avance en efectivo puede significar pagar el doble de lo solicitado para financiar el costo de un regalo o de un gasto extra en esta Navidad.
Por un avance en efectivo de $100 mil a 12 meses, ejemplificó la entidad, un consumidor puede llegar a pagar más del doble de lo que pidió, ya que el costo total puede llegar hasta los $243.449 (en el caso del Banco Santander).
Asimismo, nuevamente se confirma la necesidad de "vitrinear" créditos, pues existen diferencias de $139.569 o 134%, con un mínimo de $139.569 (Coopeuch).
Tipo de cliente
La entidad volvió a subrayar que no da lo mismo qué tipo de cliente sea quien solicita financiamiento. Por ejemplo, en Banco Santander, dos consumidores que pidan el mismo monto y plazo, pagan hasta $125.117 de diferencia, con un mínimo de $118.332 y un máximo de $243.449 dependiendo del tipo de cliente que sea para la empresa.
La diferencia está en la evaluación económica del cliente que hace la institución, los productos asociados que tenga, el riesgo que represente y las condiciones de la operación (si considera costos fijos), entre otras variables.
Cajas de compensación
En este contexto, el Sernac valoró que las cajas de compensación tengan un costo único por créditos simples.
A la hora de elegir entre bancos, retail o cajas de compensación, el Sernac entrega también orientaciones.
"Las cajas de compensación tienen el menor costo promedio de $108.344 (y costo único) por un crédito simple de $100 mil en 12 cuotas. Le siguen (considerando los mínimos) los avances con tarjetas de crédito bancarias con un mínimo promedio de $113.820 y un máximo de $177.216 y los avances con tarjetas de crédito del retail con un promedio mínimo de $127.114 y un máximo de $154.831", precisó la entidad.
¿Avance o tarjeta?
Ante la pregunta si es más conveniente pedir un avance o usar la tarjeta, el Sernac comparó el costo de un avance en efectivo o crédito simple de $100.000 a 12 meses con la simulación de la compra de un televisor de ese valor.
El resultado: En el 96% de los casos, considerando los costos mínimos, es más económico realizar una compra con tarjeta que efectuar un avance en efectivo para adquirir el mismo producto. En el caso de los totales máximos esto llega a un 91% de los casos.
Comprar con tarjeta puede resultar hasta más de $42 mil más barato que un avance en efectivo, resumió.
Una razón que explica la mayor conveniencia de la compra con tarjetas versus los avances en efectivo es la vigencia de varias ofertas de compra con tarjeta sin pago de interés ni comisión.
No obstante, es importante preguntar qué tipo de cliente es y por lo tanto a qué precio del crédito final accederá y cotizar la mejor alternativa con ese valor.
Intereses
Como siempre, advirtió que no basta fijarse en los intereses, pues el costo final del crédito está formado también por comisiones e impuestos, por lo que la institución que cobre menos intereses, no será necesariamente la más económica en el costo total.
Sólo las comisiones (gastos de mantención o administración de la cuenta más aquellas aplicadas por el tipo de operación) pueden llegar a representar hasta el 46% del costo total del crédito.
Dependiendo de la tarjeta que se utilice y del tipo de cliente, al realizar un avance en efectivo se puede pagar por concepto de comisiones asociadas a dicha operación (comisión variable) desde $0 hasta $32.238.
La tarjeta con mayores cobros fijos de mantención o administración anual es la ofrecida por Banco Santander, que puede llegar a $100.284, mientras que la tarjeta con menores cobros es Coopeuch, que en total llega a $11.064.