SANTIAGO.- La marca Loake Shoemakers surgió en Inglaterra hace más de 130 años en el pueblo de Kettering, Northampton, al norte de Londres. Desde entonces se mantiene en manos de la misma familia, que por décadas utiliza técnicas de fabricación a mano para crear exclusivos zapatos de cuero, contando con el reconocimiento y sello de "Proveedor Oficial de la Reina de Inglaterra".
Su historia en Chile ya tiene un par de años de trayectoria de la mano de Pablo Correa, quien se adjudicó la primera franquicia internacional que la empresa concedió. Más tarde, la empresa también quiso expandir su oferta al resto del mundo y hoy se encuentra instalada en Londres, Nueva York y China, y no descarta nuevas aperturas.
"La empresa venía creciendo al 15% anual en sus exportaciones, aunque antes sólo era un distribuidor. Ante esto, Loake quiso entrar a la región a través de Chile, ya que necesitaban que su marca se hiciera conocida", explica Correa.
La empresa hoy llega con sus productos a más de 60 países desde el Reino Unido, y en Santiago está abriendo su segundo local. Correa además comenta que están viendo la forma de que los zapatos Loake lleguen a Perú, Colombia y Brasil durante 2013, ya que el éxito ha sido importante: sólo en Chile proyectan ventas cercanas a US$ 1 millón entre ambas tiendas.
Correa ha invertido US$ 150 mil entre los dos locales de la marca que ha abierto. Respecto del valor de los zapatos, éstos tienen un rango de precios que van desde los $100.000 hasta más de $190.000 y según explica, "tenemos todas las tallas para hombres. Incluso para aquellos que no tienen tallas comunes. Tenemos embarques periódicos con pedidos".
"Nuestros principales clientes son profesionales, ejecutivos y abogados, como también empresarios. Los modelos de los zapatos son variados y con colores, no necesariamente para aquellos que deben vestir formal todo el día, sino que para todos los estilos", explica Correa.
Proceso a mano
Los zapatos tienen un lento proceso de fabricación, que va de 8 a 10 semanas, ya que gran parte de la producción se hace a mano y en forma artesanal, con los mejores cueros de Europa. "Es un zapato con una combinación única de diseño, comodidad y durabilidad, que cuenta con líneas de diferentes precios que los hacen accesible a un público que busca calidad y un estilo inigualable", acota Correa.
Esta marca de zapatos de hombres, es conocida por su duración en excelentes condiciones gracias a su construcción con el sistema "Goodyear Welted", una intrincada tecnología creada hace más de 100 años que permite reemplazar la suela del zapato 2 o tres veces sin detrimento de la parte superior. La producción de un par de zapatos toma más de ocho semanas. Trabajan 130 artesanos, quienes usan hasta 75 partes en 200 operaciones diferentes que utilizan materiales de la más alta calidad.