SALLENT DE GALLEGO.- El guardia civil que resultó hoy, domingo, herido de gravedad en un atentado con una bomba adosada a su automóvil en la localidad de Sallent de Gállego (Huesca) falleció mientras era trasladado al hospital de la capital provincial.
Esta muerte eleva a dos el número de fallecidos por el atentado cometido con una "bomba lapa" contra un coche de la guardia civil en dicha localidad, situada en el Pirineo de Huesca (noreste de España).
Según la subdelegación del Gobierno en dicha provincia, la explosión de la bomba se produjo a las 06.10 hora local (04.10 GMT).
Los guardias civiles fallecidos fueron identificados como Irene Fernández Pereda, de 32 años de edad, y José Angel de Jesús Encinas, informó a EFE la Delegación de Gobierno en Aragón.
La explosión en el vehículo despertó prácticamente a todo el pueblo, según la información facilitada por un alto cargo del ayuntamiento de dicha localidad.
Indicó que sobre las seis de la mañana se había escuchado una explosión muy fuerte en el pueblo que despertó a la mayoría de los vecinos quienes, al asomarse a las ventanas, comprobaron que había una espesa humareda al lado del cuartel de la Guardia Civil.
Al acercarse los vecinos, precisó el concejal, pudieron comprobar que el "Nissan Patrol" con el que habitualmente la Guardia Civil de Sallent realiza sus rondas de vigilancia estaba totalmente destrozado y que sus dos ocupantes habían sufrido los efectos de la explosión.
La agente, que llevaba tres años destinada en la localidad, estaba muerta, mientras que su compañero, que sólo llevaba tres meses en este destino, presentaba en aquel momento graves heridas, a resultas de las cuales murió poco después.