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Se eleva a 252 el número de muertos de tren atacado con mina

UNITA insistió en que el tren atacado a 150 kilómetros al este de Luanda era un convoy militar, pese a que las fuentes oficiales de Angola sostienen que la acción iba dirigida contra "indefensos pasajeros".

15 de Agosto de 2001 | 08:08 | EFE
LUANDA.- Los muertos por la explosión de una mina anticarro al paso de un tren de pasajeros por la localidad angoleña de Santa Teresa son ya 252 y los heridos suman 165, informaron hoy fuentes oficiales.

El nuevo recuento de víctimas por la explosión de la mina, cuya colocación ha reconocido la rebelde Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) se ha incluido en una carta entregada al secretario general de la ONU, Kofi Annan, por el embajador ante el organismo, Ismnail Martins.

UNITA insistió en que el tren atacado a 150 kilómetros al este de Luanda era un convoy militar, pese a que las fuentes oficiales de Angola sostienen que la acción -que ha causado el mayor número de víctimas civiles desde la reanudación de la guerra civil en 1998- iba dirigida contra "indefensos pasajeros".

El vicepresidente de UNITA, conocido como general Dembo, declaró a la emisora estadounidense "La Voz de America", captada en Luanda, que los servicios de inteligencia del grupo guerrillero confirmaron que el tren, custodiado por un nutrido contingente de soldados y policías, transportaba suministros militares.

Según Dembo, además de los cuatro vagones de pasajeros, en los que viajaban unas 500 personas, en otros tres se transportaba equipo militar y depósitos de gasolina para el cuartel de Cambambe, cerca de una central hidroeléctrica que abastece a Luanda.

El propio Dembo comentó que "no hay guerra limpia" en relación con la muerte de civiles en la explosión de la mina.

Angola es considerado uno de los países más minados del mundo con unos 10 millones de esos artefactos "sembrados" por ambos bandos y sin registrar en los mapas militares, lo que representa una grave amenaza para la población rural.

La guerra de Angola, que se remonta a 1975, cuando el país se independizó de Portugal, se ha cobrado ya unas 800.000 personas, ha desplazado mas de un cuarto de una población de 12 millones de habitantes y ha empobrecido a un país que podría figurar entre los más ricos de Africa meridional, con grandes depósitos de petróleo y diamantes.
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