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Pakistán advierte que EE.UU. entrará en acción en Afganistán

El Presidente de Pakistán, general Parvez Musharraf, despejó toda duda sobre un eventual ataque en el corto plazo al señalar que "a causa de las posiciones que los talibán tomaron habrá una confrontación armada".

01 de Octubre de 2001 | 15:53 | Agencias
ISLAMABAD.- El Presidente de Pakistán, general Parvez Musharraf, dijo hoy que el régimen de los talibán afganos "tiene los días contados'' y que Estados Unidos "entrará en acción en Afganistán".

Musharraf insistió, en declaraciones efectuadas a la red televisiva BBC, que "a causa de las posiciones que los talibán tomaron... habrá una confrontación armada".

El mensaje es claro y viene del Presidente del único país del mundo que aún reconoce al régimen instituido cinco años atrás en Afganistán por la milicia integrista.

Musharraf, que el domingo concedió otra entrevista a la CNN, no dejó dudas sobre el hecho de que la decisión ya está tomada.

El general-presidente no excluyó que en el futuro las tropas norteamericanas utilicen las bases militares paquistaníes.

"No aún", respondió cuando se le preguntó si grupos norteamericanos estaban ya en Pakistán.

Musharraf, interpretando los sentimientos de toda la clase dirigente paquistaní, resistió hasta el final la idea de que un ataque militar -que insistentes rumores dan como inminente- sea el único camino para poner fin a las actividades del extremista árabe Osama bin Laden y de su organización Al Qaeda, señalada como la responsable de las masacres del 11 de septiembre.

El general también intentó hasta último momento salvar a los talibán que, para Pakistán, fueron aliados fieles y que, entre 1996 y 1997, fueron cortejados incluso por occidente.

En las entrevistas, Musharraf defendió la política de Pakistán, que en 1994 apadrinó a los talibán y en los años siguientes siguió ayudándolos con apoyo logístico y económico, llegando a pagar los gastos de los empleados del gobierno de Kabul, a pesar de que su propio país atravesaba una profunda crisis económica.

"La política de Pakistán, dijo, no fracasó. Nosotros tratamos de mantener abierto el diálogo con los talibán, que controlan el 95 por ciento del país. Las políticas están relacionadas con las situaciones. Ahora la situación cambió y debemos encontrar otra política".

Pakistán considera esencial, sobre todo por su continua confrontación con India, lo que los militares paquistaníes llaman "la profundidad estratégica", es decir, el control de Afganistán.

Ningún gobierno afgano anterior a éste, incluido el antisoviético de los mujaidin (1992-1996), fue amigo de Islamabad como el de los talibán.

Los paquistaníes temen que un gobierno independiente de Kabul plantee la cuestión del "Pashtunistan", es decir, que se vuelva a discutir sobre las actuales fronteras entre los dos países.

Miles de pasthu, la etnia de mayoría en Afganistán, vive en Pakistán y los nacionalistas pashtu no reconocieron la "Durand Line", el límite entre los dos países establecido por el imperio británico y mantenido por el Pakistán independiente.

Si en el plano internacional Pakistán aún no eligió después del 11 de septiembre, en el interno Musharraf fue alentado por el fracaso de los grupos integristas "filotalibanes" que no lograron movilizar a la gente.

Aún hay que ver si la mezcla de consenso y represión con que Musharraf mantiene bajo control el país sigue igual cuando "la guerra contra el terrorismo" comience verdaderamente.
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