WASHINGTON.- Afganistán necesita la inmediata ayuda financiera de la comunidad internacional y de Estados Unidos para la formación de un ejército nacional, dijo hoy el primer ministro interino afgano, Hamid Karzai.
"El sufrimiento del pueblo afgano es mucho más largo que los cuatro meses últimos", dijo Karzai en el Club Nacional de la Prensa donde añadió que "siempre supimos lo que ocurría en Afganistán, y penosamente nuestros vaticinios se hicieron una realidad cruel".
Karzai sostuvo que "el pueblo afgano le dio la bienvenida a las tropas estadounidenses desde la llegada de los primeros contingentes de las fuerzas especiales, y lo que la gente decía era ’bienvenidos, ¿pero esta vez también nos abandonarán?".
Según el primer ministro interino, los afganos, después que pelearon con apoyo de Estados Unidos y otras naciones hasta derrotar a los invasores soviéticos, esperaban que continuaría esa ayuda pero "la comunidad internacional nos abandonó".
"Ahora esperamos que Estados Unidos haya llegado para quedarse todo el tiempo que sea necesario hasta que Afganistán pueda pararse sobre sus propios pies", dijo.
"Afganistán es como un atleta que está herido o enfermo", agregó Karzai quien dijo que "necesitamos una inyección inmediata de recursos financieros porque los talibanes dejaron al tesoro vacío. No tenemos dinero para pagar sueldos, no tenemos dinero para que funcione la maquinaria estatal".
Pero subrayó que, "una vez que Afganistán se ponga de pie, caminará por sus propios medios".
El jefe del gobierno interino de Afganistán es el primer gobernante de ese país que visita Washington desde 1962 y durante sus conversaciones con el presidente George Bush discutió la ayuda que Estados Unidos dará a su país.
"Necesitamos un ejército nacional y lo necesitamos pronto", dijo Karzai. "Afganistán tuvo un excelente ejército nacional que empezó a descomponerse después de la intervención soviética en 1979. Ahora formaremos un ejército y queremos que tenga la instrucción de los mejores soldados del mundo, y entre ellos se cuentan los de EE.UU.".
Karzai estuvo de acuerdo con el presidente Bush en que los combatientes talibanes y del grupo Al Qaeda capturados en Afganistán no son prisioneros de guerra sino "criminales, asesinos, que debemos tratar humanamente porque somos mejores que ellos, pero no son prisioneros de guerra".
El primer ministro interino se refirió a versiones de que Irán apoya a algunas tribus que controlan la región occidental de Afganistán, y dijo que él visitará Teherán "lo más pronto posible".
"Los nuestros son buenos vecinos, y a todos nos interesa mantener la mejor de las relaciones", dijo el primer ministro quien, no obstante, subrayó que "estamos resueltos a proteger nuestras fronteras y nuestro territorio".
"Afganistán ha sufrido mucho por la operación de grupos armados apoyados desde afuera de fronteras", advirtió, "y no permitiremos que eso ocurra nuevamente".
En la última década Afganistán llegó a ser la fuente del 70 por ciento del opio en el mundo, y algunos miembros del Congreso de Estados Unidos quieren que se condicione la ayuda estadounidense a que el gobierno afgano reprima ese comercio.
"No es bueno que se pongan condiciones", señaló Karzai. "Una relación buena es de socios, no de sospechas. Afganistán pondrá fin a los cultivos de amapolas (opiáceas) y al contrabando de drogas, con o sin ayuda internacional".
"Y lo haremos porque a los afganos el opio no les trae beneficios: el país se queda con la mala fama y los traficantes se quedan con el dinero", continuó.
Destacó que Afganistán debe retornar a su agricultura tradicional que producía frutas y verduras, y que hacían que el país fuera casi autosuficiente en sus alimentos.
Otra tarea que tiene por delante el gobierno de Karzai es el desarme de las numerosas milicias tribales, y el primer ministro interino vinculó esto con la formación del ejército nacional y una fuerte inversión en la reconstrucción de las carreteras del país que dé empleo a las personas.
