MONTEVIDEO.- Las autoridades uruguayas recibieron hoy muestras de sangre de los padres del bioquímico chileno Eugenio Berríos, colaborador de la dictadura que encabezó Augusto Pinochet, que se presume fue asesinado en 1991 en Uruguay.
Las muestras fueron entregadas en el juzgado de la ciudad de Pando, a 30 kilómetros de Montevideo, por parte de tres funcionarios judiciales chilenos.
La policía técnica deberá cotejar esas muestras con las extraídas de restos óseos encontrados en 1995 en una playa uruguaya y que, supuestamente, corresponderían al bioquímico chileno.
Berrios, agente secreto del gobierno militar, ingresó a Uruguay a finales de 1991, tras haber huido de su país, donde había sido llamado a declarar en un juicio por violaciones a los derechos humanos.
A fines de 1992, el bioquímico, a quien se considera el creador del gas sarín, protagonizó un confuso incidente en una comisaría del balneario de Parque del Plata, a unos 50 kilómetros de Montevideo, que la policía trató de ocultar.
Después de denunciar en la comisaría que había sido secuestrado en la casa de unos familiares de un militar uruguayo del cual supuestamente logró escapar, aceptó marcharse con sus presuntos captores y desapareció.
En 1995, en la playa del balneario El Pinar, a unos 25 kilómetros de Montevideo, se halló un cadáver, que presentaba una herida de bala en la cabeza, y un médico forense, tras un complejo, novedoso y largo estudio, afirmó que pertenecía a Berríos.
El resultado de ese examen quedó en entredicho posteriormente al comprobarse que uno similar resultó equivocado.
La justicia uruguaya archivó en 1998 el "caso Berríos" sin lograr determinar las causas y los responsables de su desaparición, pero el pasado año fue reabierto a pedido de la fiscal Marta Hagopian.
Chile solicitó hace dos años la repatriación de los restos óseos que se presume pertenecen a Berríos, pero la justicia uruguaya, a pedido de la fiscal, rechazó la solicitud al menos hasta que concluya la actual investigación.
