LA PAZ.- El ex capitán del ejército Manfred Reyes Villa, líder de la Nueva Fuerza Republicana (NFR), una agrupación populista de centro derecha, encabeza cómodamente las preferencias electorales en Bolivia a un mes de los comicios generales del 30 de junio.
Acusado de haberse desempeñado como edecán del encarcelado ex general Luis García Meza, uno de los gobernadores más violentos del país, a principios de la década de los 80, Reyes Villa abandonó en 1986 la carrera militar por motivos familiares e inició pronto la de exitoso político.
Con una intención de voto del 24%, según una reciente encuesta nacional de un multimedio, el ex agregado militar de la embajada de Bolivia en Estados Unidos, aventaja a los ex Presidentes Gonzalo Sánchez de Lozada (17%) y Jaime Paz Zamora (14%).
Cuatro veces alcalde de la ciudad de Cochabamba (centro, la tercera en importancia del país), el dirigente, de 47 años, basa su campaña electoral en la necesidad de dejar atrás a los viejos líderes políticos y en promesas de gobernar al lado del pueblo.
A un mes del comicio, la tendencia electoral de Reyes Villa tiende a estancarse, mientras las pugnas por ocupar un importante segundo puesto se desarrollan en los cuarteles de Sánchez de Lozada (liberal) y Paz Zamora (socialdemócrata), dos enconados rivales personales e ideológicos.
Según la prescripción electoral, si ninguno de los candidatos logra obtener el 50% más uno de los votos escrutados, los dos candidatos que resultaren primeros disputarán la presidencia en el Parlamento.
En los comicios de 1997, el fallecido general Hugo Banzer fue ungido Presidente en el Congreso por una amplia coalición de conservadores, socialdemócratas y populistas, entre ellos los parlamentarios del partido de Reyes Villa.
Desde la restauración de la democracia en 1982, ninguno de los cinco mandatarios obtuvo la elección directa y los partidos se vieron urgidos a converger en alianzas congresales.
Los sondeos electorales marcan, a la vez de la estrepitosa caída de la oficialista Acción Democrática Nacionalista (ADN, de Banzer y del actual Presidente Jorge Quiroga) con apenas un 3%, una tendencia creciente del socialista Evo Morales, líder de los indígenas productores de coca del Chapare, que acapara el 6% de la intención de voto.
Morales, quien lideró importantes y prolongados cortes de rutas por el derecho de plantar coca en el Chapare, fue expulsado en enero de este año del Congreso y despojado de su condición de diputado por haber supuestamente instigado a la violencia.
El jerarca de los aymaras, Felipe Quispe, quien maneja un discurso clasista, permanece estancado en un 3%.
Paradójicamente, la inhabilitación del empresario populista Johnny Fernández, a raíz de una millonaria deuda al fisco heredada de su padre, lo apuntaló al cuarto lugar de los sondeos con un 7%.
En papel de víctima, Fernández, quien también heredó el partido de su padre, Unión Cívica Solidaridad, tiene la esperanza de que la Corte Nacional Electoral (CNE) revoque su inhabilitación luego de que un juez local se pronunció a su favor.
Las instancias cruciales de la campaña electoral, empañada por la explosión de dinamita en la sede del partido de Reyes Villa y enfrentamientos entre militantes, podrían verse, sin embargo, entorpecidas por una marcha en curso de un millar de indígenas, que demandan reformas a la Constitución Política.
Los indígenas guaraníes, tupiguaraníes y quechuas exigen un pacto social con gobernantes y legisladores para instalar una asamblea que defina reformas a la Constitución.
El mandato de los actuales legisladores fenece el próximo 30 de junio, cuando serán renovados Presidente, Vicepresidente y 130 diputados y 27 senadores.
