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Argentina pide "prudencia" a "irritado" director gerente de FMI

"Hoy hemos leído en los diarios que el director gerente del Fondo Monetario Internacional está irritado. Y yo creo que es muy necesaria la prudencia", dijo a un grupo de periodistas el jefe de gabinete de ministros, Alfredo Atanasof.

06 de Junio de 2002 | 10:29 | Reuters
BUENOS AIRES.- El gobierno argentino pidió el jueves "prudencia" al Fondo Monetario Internacional (FMI) después de que el director gerente del organismo, Horst Koehler, asegurara que estaba "irritado" por la lentitud del país en conformar un sólido programa económico que merezca asistencia financiera.

"Quiero referirme a un tema que creo a todos nos preocupa. Hoy hemos leído en los diarios que el director gerente del Fondo Monetario Internacional está irritado. Y yo creo que es muy necesaria la prudencia", dijo a un grupo de periodistas el jefe de gabinete de ministros, Alfredo Atanasof.

"Hay muchas cosas que uno ve con irritación en este mundo global, muchas de ellas son seguramente mucho más irritantes que nuestra Argentina y uno no anda diciéndolo a los cuatro vientos", agregó.

Argentina se encuentra hundida en la peor crisis económica de su historia. El FMI decidió en diciembre cortar la ayuda financiera al país porque éste no cumplió las metas pactadas y por el desacuerdo con la política fiscal del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo.

Tras las revueltas populares que forzaron la renuncia del ex presidente Fernando de la Rúa en diciembre, el actual Mandatario argentino, Eduardo Duhalde, intentó restablecer las relaciones con el FMI.

La urgencia del gobierno es poder contar con los fondos para no declararse en incumplimiento de pagos con los propios organismos internacionales, algo que aislaría a Argentina del resto del mundo, y poder sostener con ese dinero los programas de asistencia social en un país en el que la mitad de la población es pobre.

El gobierno también necesita la ayuda financiera para poder prefinanciar exportaciones y aprovechar así la devaluación del peso aplicada en enero, que aún no logró aumentar las ventas externas pero que generó una presión inflacionaria que afecta duramente a la población, cuyos ingresos están congelados por el alto desempleo.

El FMI puso precondiciones para sentarse a negociar con el gobierno un nuevo plan de asistencia crediticia: modificar una ley de quiebras, que según el organismo perjudicaba a los acreedores, y derogar una ley que penalizaba delitos económicos y que era objetada por generar "inseguridad jurídica".

También pidió que las provincias se comprometieran a reducir en un 60 por ciento sus déficits fiscales.

Según los hombres de Duhalde esas tres condiciones ya están cumplidas, aunque resta que algunas provincias firmen el pacto de reducción de gastos.

Pero el FMI aún tiene dudas sobre la forma en que se derogó la llamada "ley de subversión económica". Y en el gobierno crece el temor a que aparezcan nuevas exigencias que pongan cada vez más lejos la ansiada ayuda financiera.

"Ahora necesitamos que las provincias completen la firma de los acuerdos fiscales. Y en este punto creo que estamos atrasados respecto de los tiempos previstos", admitió Atanasof, pero dijo que no habrá nuevas condiciones.

"Creo que también es importante aclarar que el Fondo Monetario Internacional no está imponiendo ninguna condición nueva", dijo.

Volviendo a la "irritación" de Koehler por la supuesta lentitud del gobierno argentino, Atanasof fue contundente.

"Digamos que si el Fondo Monetario Internacional quiere que vayamos más rápido, pues entonces que nos ayuden con más rapidez", dijo.

Con respecto al "programa sustentable" que exige el FMI, Duhalde no se cansa de repetir que la primera gran medida de política económica que implementó fue la devaluación y posteroir libre flotación del peso, que fue exigida por el organismo, y que hasta ahora ha llevado a una constante depreciación del peso.
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