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Nuevo atentado en Israel pone la nota de incertidumbre a negociaciones

El atentado, atribuido por las autoridades policiales a la resistencia palestina, es el segundo contra un tren ferroviario en las últimas tres semanas y se registró a primeras horas de esta mañana, cuando miles de personas se valen de ese servicio para trasladarse a sus puestos de trabajo al comenzar la semana laboral en Israel tras la jornada ritual del descanso sabático.

21 de Julio de 2002 | 07:56 | EFE
JERUSALEN.- Un atentado palestino perpetrado hoy contra un tren de pasajeros cuando delegados de ambos bandos comenzaban a debatir medidas concretas para romper el círculo de la violencia, puso una nueva nota de escepticismo en los esfuerzos políticos.

Poco antes del ataque, en el que el conductor del tren resultó herido de consideración, el ministro de Asuntos Exteriores, Simón Peres, dijo que la próxima semana seguirán las reuniones con miembros del Gobierno palestino y entre expertos de ambos lados para aliviar la penosa crisis económica de la población de Cisjordania, cuyas ciudades han sido invadidas por Israel, y en la zona de Gaza.

Peres añadió que, entre otros asuntos, las delegaciones, que "no discutieron ni empezaron a echarse culpas entre sí", fueron "al grano" y entre otros asuntos consideraron la transferencia de dinero que Israel adeuda al Gobierno palestino, del que Israel es un agente de retención de impuestos que pagan obreros y de tasas aduaneras.

En cuanto al atentado, la carga explosiva fue activada al paso de la locomotora, sin que de momento las autoridades policiales sepan en qué momento fue colocada.

El atentado, atribuido por las autoridades policiales a la resistencia palestina, es el segundo contra un tren ferroviario en las últimas tres semanas y se registró a primeras horas de esta mañana, cuando miles de personas se valen de ese servicio para trasladarse a sus puestos de trabajo al comenzar la semana laboral en Israel tras la jornada ritual del descanso sabático.

La bomba fue activada a las 07:40 (05:40 GMT), cuando el tren se dirigía de la localidad de Biniamina hacia la ciudad portuaria de Ashdod.

Entre los pasajeros había un elevado número de soldados que regresaban a sus bases tras pasar el fin de semana en sus casas. "Oímos una explosión y nuestro vagón se llenó de humo", contó uno de los pasajeros, muchos de los cuales sufrieron ataques de pánico aunque el tren no descarriló.

La locomotora fue dañada por la explosión y el servicio en esa línea quedó interrumpido durante unas dos horas.

Investigadores policiales suponen que los palestinos que colocaron esa carga de explosivos son también los autores de otro ataque similar, hace cerca de un mes, contra otro tren de esa línea a su paso por el pueblo de Lod, y en el que hubo tres heridos.

El ministro del Interior de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abdel Rezak al-Iejie, veterano guerrillero en la reserva con grado de general, condenó enérgicamente los atentados contra civiles en Israel, destacó Peres, quien se reunió anoche con él en un hotel de Jerusalén para estudiar medidas destinadas a mejorar la penosa condición de la población en Cisjordania y de la franja de Gaza.

Al-Iejie y otro ministro de la ANP, Nabil Shaat, de Desarrollo y Cooperación Internacional, llegaron a un "compromiso" con dirigentes de las organizaciones islámicas HAMAS y Yihad, que se adjudicaron esta semana un ataque contra un autobús israelí de línea en una ruta de Cisjordania, y un doble atentado de dos suicidas en la ciudad de Tel Aviv, informaron fuentes palestinas de Gaza.

En los dos ataques perdieron la vida doce personas, entre estas dos obreros extranjeros y dos bebés, y cerca de 60 fueron heridas.

El líder de HAMAS en Gaza, Ismail Abu Shanab, dijo a los ministros de Arafat que el brazo armado de su movimiento cesará en los ataques contra Israel sólo cuando el Ejército de este país se retire de los territorios palestinos ocupados en la guerra de 1967.

Shaat reveló que expertos militares de Egipto y Jordania participarán en un programa financiado por Arabia saudí para el adiestramiento de los efectivos del dispositivo de seguridad de la ANP, cuyo número se eleva a alrededor de 30.000 hombres.

Peres, quien habría prometido la transferencia de un diez por ciento del dinero retenido a la ANP -más de 40 millones de dólares-, negó que haya sido condicionada a que su empleo sea supervisado por Estados Unidos e Israel "para que no vaya a financiar operaciones terroristas", como dijeron fuentes del Gobierno.

Otro de los asuntos tratados anoche y que volverán a ser objeto de nuevas conversaciones la semana próxima será el regreso de unos 7.000 obreros palestinos de Cisjordania y Gaza a Israel, que cerró sus fronteras a más de 100.000 operarios hace 22 meses a raíz de la "intifada".
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