Hussein en el acto de juramento como Presidente por los próximos siete años.
BAGDAD.- El Presidente iraquí, Saddam Hussein, instó hoy a su pueblo a prepararse para librar una nueva guerra y advirtió de que el enemigo, Estados Unidos, "caerá de bruces destrozado, condenado y derrotado".
En un discurso con motivo de su jura como presidente de Irak durante los próximos siete años, el Mandatario iraquí prometió también a su pueblo que con "mi honor y mi fe preservaré la integridad territorial y la independencia de Irak, y salvaguardaré el sistema republicano".
"El camino de la sangre demanda más sangre. Aquellos que traten de derramar la sangre de los otros verán la suya propia esparcida", dijo Saddam en una ceremonia que fue interrumpida en numerosas ocasiones por asistentes que gritaron consignas en su favor y diatribas contra Estados Unidos.
Añadió que "si Alá el Altísimo decide de nuevo ponernos a prueba con un conflicto de grandes dimensiones, entonces el Altísimo, la Nación y la historia esperarán de vosotros que os mantengáis firmes en la defensa de vuestra patria".
"Será una gran victoria sobre los enemigos y la expresión de la confianza y la firmeza, únicas desde que hace más de 7.000 años apareciera la escritura", subrayó el Presidente entre los vítores y los aplausos de los asistentes, miembros del partido Árabe Socialista "Baaz" (gobernante) y del Parlamento iraquí.
Saddam, sonriente y avejentado, vestido con un traje azul marino y acompañado del número dos del régimen, el vicepresidente del Comité del Mando de la Revolución, Ezzat Ibrahim, criticó también al resto de países del mundo por no expresar su opinión contra los planes de Estados Unidos.
"Irak ha vencido donde otros pueblos han sido derrotados: ha expresado su verdadero pensamiento y su identidad de forma democrática", dijo Saddam en relación al referéndum que el pasado martes le ratificó en el poder durante los próximos siete años, con el apoyo del 100 por cien de los votantes y sin que se registrase una sola abstención.
Según el régimen iraquí, algunos votantes llegaron a estampar con su propia sangre un "Sí a Saddam Hussein".
"El tirano Estados Unidos ha conseguido confundir al resto de los pueblos, que ya no se podrán encontrar a sí mismos. El tirano ahora tomará el control de esos países y dominará a sus gobernantes hasta alejarlos de sus gentes", advirtió Saddam.
El Presidente iraquí denunció, además, que la Administración de Estados Unidos "esta cegada" por el sionismo (en alusión a Israel), que "no le deja conocer los verdaderos hechos".
"Salvando al mundo de la diabólica administración norteamericana, cuya agresión alimentan la alianza de los sionistas y las grandes empresas, evitaremos al pueblo norteamericano la tragedia creada por su Administración, especialmente la actual", apostilló Saddam.
Estados Unidos, que acusa a Irak de poseer un arsenal de armas de destrucción masiva peligroso para el mundo, trata de conseguir que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución que autorice el uso de la fuerza para desarmar a Saddam.
Durante la ceremonia, a la que asistió en pleno el Gobierno iraquí, se le entregó a Saddam Hussein una espada, símbolo del poder y la fuerza contra el enemigo, que el presidente blandió sonriente y con firmeza.
Inmediatamente después del acto, transmitido por televisión entre vídeos protagonizados por Saddam y canciones patrióticas, miles de iraquíes salieron a las calles del país para celebrarlo con bailes, disparos al aire y gritos de "Saddam Sí, Estados Unidos No".
Esas fueron las mismas consignas y el mismo ambiente festivo que se registró el miércoles tras conocer los resultados del escrutinio, que según Irak fue una clara respuesta y un desafío del pueblo iraquí a las amenazas de la Casa Blanca.
